Una nube de hidrógeno envuelta en materia oscura, se dirige hacia nuestra galaxia, la Vía Láctea. Se encuentra a unos 8 mil años luz de nuestra galaxia.
Se mueve a más de 300 kilómetros por segundo, a toda velocidad y el impacto será inevitable, según un análisis llevado a cabo por Robert C. Byrd con el telescopio Green Bank, de la Fundación Nacional de Ciencia norteamericana. Se estima que el impacto contra la Vía Láctea suceda en unos treinta millones de años.
Esta nube con materia oscura mide 9 mil 800 años luz de largo por 3 mil 300 de ancho y es conocida como la Nube de Smith.
Expertos dicen que esta nube de hidrógeno ya había atravesado la Vía Láctea hace millones de años, y gracias a su “armadura” de materia oscura logró sobrevivir a esta colisión; ahora se dirige nuevamente hacia nosotros.
“La Nube de Smith es realmente única en su género. Es rápida, bastante grande, y está lo suficientemente cerca como para poder estudiarla en detalle”, asegura Matthew Nichols, del Observatorio Sauverny en Suiza e investigador principal de un trabajo aceptado para su publicación en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Estudios previos de la Nube de Smith revelan que su primera “pasada” a través de nuestra galaxia se produjo hace muchos millones de años.
