Se trata de un comité con funcionamiento similar al de cambio climático que ya opera en las Naciones Unidas.
Charles Perrings, investigador de la universidad de Arizona opinó: “Las discusiones entre los que toman las decisiones y los científicos deberían empezar con la pregunta ¿Qué es lo que quieren los Gobiernos y qué opciones tienen? Conocer las consecuencias previsibles de opciones políticas alternativas es crucial para elegir la mejor estrategia”.
El objetivo de el comité es crear una sólo voz científica que dicte el rumbo sobre las decisiones a tomar en materia de biodiversidad.
“Puede no resultar obvio, pero la biodiversidad sustenta donde vive la gente, lo que hacen, qué pueden cultivar, su seguridad y los virus y las bacterias a las que están expuestos”, dice Perrings. “Las decisiones que se tomen hoy que cambien la biosfera tendrán mucho efecto en el bienestar de la humanidad. Deben de estar bien sustentadas en la ciencia”.
Uno de los rubros a destacarse en la agenda del comité es el de los servicios ambientales; que se refiere al valor económico que tienen por ejemplo las selvas, responsables de producir oxígeno, agua y combustibles a todo el planeta.
La ONU sesionará en Nairobi la semana que viene donde se discutirá en el marco del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la creación de la Plataforma Intergubernamental de Servicios de Biodiversidad y Ecosistemas (IPBES).
Fuente: El País