La otra cara del… Mal gusto

“La otra cara del alma” es el título de una telenovela transmitida en Televisión Azteca y, para variar, no ofrece nada nuevo. La telenovela es protagonizada por Gabriela Spanic, Eduardo Capetillo, Michelle Vieth y Jorge Alberti.

“Alma” (interpretada por Spanic) es una mujer que jura vengarse de la familia De la Vega por ser los principales culpables de haber provocado la ruina de su familia y la muerte de sus padres.

Para lograr su objetivo, “Alma” se hace pasar por una mujer compasiva, benévola y bondadosa, sólo para lograr infiltrarse en la empresa familiar: una de las joyerías más prestigiadas de Taxco, Guerrero.

A pesar de que la historia está llena de clichés y puede resultar muy interesante para algunos, porque el público parece tener predilección por las historias en donde su protagonista es una villana, una femme fatale que manipula, tiene carácter y hace todo por siempre salirse con la suya ( como “Rubí” o “Teresa”), pero su principal problema radica en las actuaciones.

Gabriela Spanic está muy sobreactuada y la hemos visto en papeles muy similares en los últimos años. Es difícil creerle sus maldades, las expresiones que usa, los ademanes. Parece que los años no sólo han mermado su belleza, también su talento. Además, la venezolana se atreve a interpretar la canción de salida de la telenovela el cual lleva el original nombre de “El alma de Taxco”.

Eduardo Capetillo luce desangelado y sozo, como si el tiempo no hubiera pasado por él y lo digo en el peor sentido de la frase. Jorge Alberti lleva el papel antagónico en esta ocasión y tiene mucho más carisma que Capetillo.

Michelle Vieth es quien mejor está haciendo su trabajo. Ella le puede robar la atención a la venezolana con facilidad. Y eso que no es de las mejores actrices, pero se está luciendo y se lo está tomando en serio.

“La otra cara del alma” también cuenta con las actuaciones de Saby Kamalich, Sargio Kleiner, Lambda García, Amaranta Ruiz y Esmeralda Ugalde (hermana de la cantante Ana Bárbara y ganadora de La Academia).

Es una pena que TV Azteca quiera competir, no sólo por atrapar a los amantes de las telenovelas, sino también en el mal gusto. Hasta en eso se parece a Televisa.