La pirotecnica verbal de López Obrador

Muy probablemente, el PRD ha ganado la batalla postelectoral en los medios de comunicación, pero hay una diferencia sustantiva: mientras los priístas litigan sus recursos ante las autoridades electorales, los perredistas buscan desprestigiar antes que conducir un proceso jurídico real.

Por parte del PRD hay más una intención de chantaje que una verdadera razón jurídica o un agravio legítimo que pudiera traducirse en un debate de fondo.

Ninguna de las denuncias hechas por el Movimiento Progresista son causales de nulidad para la elección presidencial y por lo tanto no hay fundamento en ellas; más bien se trata de fantasías de quienes pierden una elección y no saben reconocer la expresión de más de 50 millones de mexicanos.

Mientras los priístas tienen la tranquilidad absoluta de que no hay vinculación jurídica alguna entre los casos de Soriana y Monex con los resultados de la elección, lo que no pudieron aclarar los de Movimiento Progresista son las solicitudes de seis millones de dólares a los empresarios, el famoso charolazo que era lo que les faltaba para ganar la elección o las otras por más de 110 millones de pesos adicionales para ser entregados al presidente del PRD para la campaña de López Obrador.

Con sus actitudes, López Obrador le está faltando al respeto a los 15 millones de ciudadanos que votaron por él, ya que por primera vez el Movimiento Progresista tuvo representación en todas las casillas, menos en una, y por lo tanto acota que es una profunda falta de respeto decir a todos los que participaron en el proceso que son corruptos o han sido engañados.

En tanto, el PRI demostró que el presidente Felipe Calderón violó en tres ocasiones la Constitución y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien apareció en spot un diciendo que aceptaba ser Secretario de Gobernación de López Obrador.

El PRI compitió como partido de oposición por eso le exigió al primer mandatario que sacara las manos del proceso y lo denunció. Es el primer Presidente en funciones que es declarado tres veces violador de la Constitución de los artículos 134 y 41.

En la mesa judicial, lo que vale son las sentencias no la pirotecnia verbal, esa es la diferencia entre un partido que sustancia sus quejas y otros que se quedan en el muro de las lamentaciones.