La balacera en la ciudad de Torreón, Coahuila, que obligó a la suspensión del partido entre Santos y Morelia, es una tragedia que se ha vuelto cada vez más cotidiana en la vida de muchos mexicanos.
El suceso fue casi increíble; tanto, que aún la prensa internacional, acostumbrada ya a reportar la violencia en nuestro país, se asombró por las imágenes difundidas de jugadores corriendo a los vestidores a la mitad del partido, y gente haciendo pecho-tierra en la cancha para resguardarse de las balas.
El periódico español ‘El País‘, publicó ayer un artículo de Salvador Camarena, en el que dice: “A México se le están acabando los ‘nunca antes…‘”. Nunca antes había estallado en el país un coche bomba hasta que Ciudad Juárez vivió la explosión de uno; nunca antes se había lanzado una granada contra población indefensa hasta que las esquirlas enlutaron a Morelia.
El británico ‘The Telegraph‘ publicó en su página web el video de la transmisión por televisión, en el que se ve claramente a los jugadores y a los aficionados correr, ante el desconcierto de los comentaristas. La crónica es muy breve; una camioneta se negó a pararse en un retén, lo cual desató la balacera que, aunque se escuchó dentro del estadio, nadie resultó herido ahí.
También en el diario deportivo francés ‘L’Equipe‘ hacen un breve recuento de lo sucedido, haciendo énfasis en que esa zona es escenario de muchos enfrentamientos entre los cárteles de la droga. Precisa que, según los reporteros ahí presentes, el tiroteo duró 15 minutos.
Hasta la prensa asiática llegó la noticia; en ‘Shanghai Daily‘ informó que un grupo de hombres dentro de un auto, dispararon contra una patrulla. El presidente de Santos, Alejandro Irarragorri, dijo a los presentes: “Tengan por seguro que trataremos de controlar estas situaciones. Lo sentimos por Morelia, los árbitros y aquellos que nos visitan de otros lugares”.