Una protesta que duró apenas 40 segundos tiene a Rusia de cabeza. Las integrantes del grupo Pussy Riot, detenidas desde febrero, podrían ser sentenciadas por cantar en contra del presidente Putin.
El pasado 21 de febrero, el grupo de rock punk entró a la principal catedral ortodoxa de Moscú para interpretar una canción en contra del entonces y por tercera ocasión candidato a la presidencia, Vladimir Putin.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas y acusadas por la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) de vandalismo. El 30 de julio pasado, ante un clima de división entre la opinión pública, arrancó un inédito juicio en contra de las activistas punk.
El video, de apenas unos segundos, que las chicas lograron grabar y subir al canal de videos YouTube logró 600 mil visitas en unas cuantas horas.
En las imágenes se aprecia, además, a los guardias de seguridad que interceptan después de unos segundos a las integrantes de Pussy Riot para frenar lo que los medios rusos bautizaron como “misa punk”.
