La Reforma Energética, cuestión de números

El Gobierno Federal anunció hace unos días, los hallazgos de tres nuevos yacimientos en aguas profundas del Golfo de México, cabe aclarar que son los más importantes de las últimas décadas y con los cuales las reservas de crudo cambian dramáticamente.

Sin embargo, el reto es demasiado grande para que PEMEX lo haga solo, se requiere de una inversión de 237 mil millones de dólares en 10 años, sólo para poder explotar los nuevos yacimientos, es decir que tendría que destinarse poco más de 23 mil millones de dólares al año, cuando el presupuesto anual para operar de la paraestatal es de 18 mil millones de dólares.

Por lo pronto, el Equipo de Transición del Presidente Electo ha planteado ya una estrategia, que no implicará la privatización del petróleo ni de Pemex, es decir, tanto el petróleo como la empresa se mantendrán como 100 por ciento nacionales, propiedad de todos los mexicanos.

Permitirá obtener más beneficios, pues las empresas interesadas en invertir en el desarrollo tecnológico y perforación en esas aguas profundas pagarán impuestos a México y no se basará en el modelo mundial de concesiones sino en la asociación contractual con empresas líderes y expertas en perforación para extraer la riqueza petrolera encontrada en aguas del Golfo de México, adicionalmente existirán otros elementos que se pretenden incluir en la Reforma Energética para el fortalecimiento de PEMEX como empresa, como su desvinculación de la Secretaría de Hacienda y también de la aplicación de un nuevo modelo de captación fiscal.

Es un planteamiento global que tiene como objetivo primordial el que México obtenga muchos más beneficios económicos de su riqueza petrolera de los que actualmente recibe.

El Presidente Electo, Enrique Peña Nieto, durante su actual gira por Europa señaló que en materia petrolera:

“Aferrarnos a viejas resistencias es posponer beneficios para los mexicanos, México no puede posponer la experiencia exitosa que se ve en otros países del mundo”.

El petróleo es de México y de todos los mexicanos, cierto, y por eso mismo es preciso reflexionar y actuar de inmediato, poner a PEMEX a generar riqueza y no a cubrir los déficits presupuestarios, pensando justamente en el futuro de todos los que somos sus accionistas, los mexicanos, quienes como dueños, queremos dividendos, no reportes de pérdidas millonarias.

Enrique Peña Nieto durante su campaña habló de la Reforma Energética, como una Reforma Estructural, indispensable y necesaria, sin embargo, estos últimos hallazgos la convierten, desde mi humilde punto de vista en urgente y espero que en “Preferente” para el próximo semestre, para que no pueda ser ignorada ni pospuesta.

La Reforma Energética ya no es una cuestión política ni de falsos nacionalismos, ya es cuestión de números y las matemáticas, desde Pitágoras, no se equivocan.

Lic. Rafael Zaga. @razagave