La crisis en Siria se ha agravado. Conforme los días avanzan el número de muertos ha aumentado y parece que la situación empeorará. Bashar al-Assad, actual presidente del país, anunció que usaría la fuerza necesaria para apaciguar la situación. Ahora los muertos superan la centena.
La familia de al-Assad tiene una influencia considerable sobre el ejército, por lo cual la posibilidad de una rebelión por parte de las fuerzas armadas parece muy lejana, a diferencia de como sucedió en Egipto.
El país árabe es un punto fundamental en la estructura política de Oriente Medio y su situación hace que el mundo ponga los ojos en él. Siria es un elemento primordial en la alianza de Irán con Hezbolá, en Líbano, así como de Hamas, en la Franja de Gaza, con otros grupos palestinos opositores de Israel. La posibilidad de que el contexto en Siria empeore podría afectar todos estos lazos.
El principal afectado por la grave situación siria es Líbano, nación que no ha tenido tanta estabilidad como Siria la tuvo hasta ahora. Para Israel, esta coyuntura es igualmente importante.
Existe un importante sector militar y diplomático en el país israelita que apoya un acuerdo de paz con Siria, antes de cualquier pacto con los palestinos. Este grupo considera que los vecinos del norte pueden convertirse en una alianza fructífera para la política exterior de Israel.
Otro de los países clave dentro del mapa político de Oriente Medio es Arabia Saudita, país que podría llegar a vivir un periodo de gran violencia, similar al que han experimentado las naciones vecinas, en lo que se ha denominado la “primavera árabe”.
Fuente: BBC
