La medida, ya anticipada, marcó un hito al distanciarse de la política monetaria que el Banco Central usó para combatir la crisis financiera y la recesión del 2007-2009.
La Fed retiró su compromiso de mantener las tasas lo suficientemente bajas como para estimular la economía durante un tiempo y señaló que toleraría una inflación sobre su objetivo al menos hasta 2020.
El banco central ha aumentado las tasas siete veces desde finales de 2015 gracias a la expansión continua de la economía y al sólido crecimiento del empleo, lo que dejó obsoleta la redacción de sus anteriores comunicados de política monetaria. Es la segunda ocasión este año que aumenta su tasa.
Además, esperan otros tres incrementos del costo del dinero el año próximo, sin cambios frente a sus expectativas previas.
“El mercado laboral se ha seguido fortaleciendo (…) la actividad económica ha crecido a un ritmo sólido”, dijo el comité de la Fed que fija las tasas, en un comunicado unánime después de dos días de reunión. “El gasto de los hogares ha repuntado, mientras que la inversión fija de las empresas ha seguido creciendo con fuerza”, añadió la Fed.