La tecnología afecta memoria a corto plazo

Si bien es cierto que la tecnología en muchos aspectos ha simplificado la vida, un abuso de ella puede provocar pérdida de memoria a una edad muy temprana, dijo Juan Domínguez, de Sura.

El director de programas de calidad de vida de Seguros Sura, explicó que la pérdida de memoria hasta el día de hoy estaba básicamente relacionada con la edad.

Sin embargo en la actualidad los jóvenes sufren de falta de memoria operativa o memoria “a corto plazo”, que es aquella encargada de mantener la información en nuestro cerebro.

Al respecto, Juan Domínguez explicó que la tecnología usada en exceso trae importantes consecuencias para la salud, entre las que se encuentra la pérdida de memoria a corto plazo.

“El hecho de tener almacenada nuestra información en smarthphones y portátiles nos está limitando a pensar y a recordar”, destacó.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada cuatro personas sufre trastornos relacionados con las nuevas tecnologías.

El funcionario de Sura destacó el hecho de que en la actualidad a los jóvenes se les haga difícil recordar el teléfono fijo de su casa, de sus familiares o amigos, y así lo muestra una encuesta donde 50% de los entrevistados comentó que sólo puede recordar tres números telefónicos y en algunos casos únicamente el suyo.

Al confiarle todo a la tecnología, comentó, estamos dejando espacios libres en nuestro cerebro que bien podrían utilizarse en actividades intelectuales, pero en la mayoría de los casos no es así.

El teléfono se ha convertido en un artículo de primera necesidad y hemos dejado de recordar detalles elementales como fechas de cumpleaños, direcciones y en ocasiones puede verse el daño en resultados académicos negativos por falta de retención.

Asimismo, alertó que entre las dolencias que puede llegar a provocar la “hiperconectividad” están el síndrome del túnel carpiano, problemas de audición, de salud mental, de sobrepeso, lesiones irreversibles en el sistema nervioso, enfermedades de los ojos, e incluso adicciones.

 

Fuente: El Universal