El 15% de las mujeres de entre 20 y 60 años padecen el trastorno de deseo sexual hipoactivo, que es una disfunción sexual que le impide mantener relaciones con normalidad, debido a la falta de deseo.
Uno de los mayores retos de la historia reciente de las farmacéuticas, es la búsqueda de la “Viagra femenina“.Ha habido numerosos intentos por encontrar un fármaco que ayudara a las mujeres a recuperar su deseo sexual, pero hasta la fecha todos han fracasado.
Actualmente se desarrollan las píldoras Lybrido y Lybridos, dos nuevos medicamentos hermanos desarrollados por el doctor holándes Adriaan Tuiten, que podrían convertirse en 2016, en las primeras pildorás en despertar el deseo sexual femenino.
El “viagra femenino” no puede simular a la Viagra desarrollada por Pfizer, ya que ésta sólo actúa en el plano físico, logrando provocar la erección, y en la mujer el problema sexual no es físico sino psíquico.
El doctor Tuiten llegó a la conclusión de que la “viagra femenina” sólo funcionaría si lograba provocar el deseo sexual a nivel neuronal. La clave para un correcto funcionamiento sexual parece residir en un correcto balance de los neurotransmisores: la testosterona y la serotonina.
Las píldoras, desarrolladas por Tuiten, contienen una cobertura de testosterona, con sabor a menta, pero dentro su composición es distinta. Lybrido contiene un compuesto similar al de la Viagra, que aumenta el flujo sanguíneo en los genitales, algo que ayudaría a la testosterona a aumentar el deseo.
Lybridos, por su parte, incluye un compuesto llamado buspirone, una medicina usada originalmente para combatir la ansiedad. Si se toma a diario aumenta los niveles de serotonina, pero, paradójicamente, al tomarla en un primer momento su efecto es el contrario: suprime los niveles de serotonina en el cuerpo, algo que conllevaría a su vez un aumento de la dopamina.
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