El 15 de diciembre del año pasado, un grupo de ladrones entró ilegalmente a robar una casa en el estado de Florida, en Estados Unidos. Además de llevarse varios aparatos electrónicos y joyas, los delincuentes tomaron dos urnas que encontraron en la casa; una contenía las cenizas del padre de la dueña de la casa, y la otra, las cenizas de sus dos perros de raza Gran Danés.
Cuando abrieron las urnas, los jóvenes pensaron que se trataba de cocaína o heroína, y por eso la inhalaron. Al darse cuenta de su error, consideraron devolver las urnas a su dueña, pero les dio miedo que sus huellas hubieran quedado impresas en los contenedores.
Así fue como las cenizas acabaron en el fondo de un lago, donde son buscadas ahora por buzos profesionales. Los jóvenes responsables del delito – y de la desafortunada confusión de narcóticos – fueron arrestados cuando se les relacionó con el robo a una casa vecina.
Lección aprendida: asegúrate de saber cómo se ve la cocaína antes de inhalarla. Podrías acabar respirando los restos de un perro.
Foto: Curiosas Noticias