La semana pasada, el IFE dio el banderazo de salida al proceso electoral por el cual habrán de renovarse las Cámaras de Senadores y Diputados así como elegirse al próximo presidente de la República. Aunque la nueva regulación en materia electoral pone importantes restricciones en el ejercicio de la comunicación política, en cuando sea legalmente posible, los casi 80 millones de electores potenciales seremos bombardeados de publicidad que buscan conquistar nuestro voto.
A propósito, en La Primera Plana nos dimos a la tarea de seleccionar las campañas que, además de exitosas en términos de lo que los publicistas llaman recordación y frecuencia, en algunos casos consiguieron su propósito: llevar a su abanderado a la victoria. Comencemos.
- Dale un Madrazo al dedazo. Célebre por donde se le vea. Fue la campaña que ideó el publicista Carlos Alazraki para que el priísta Roberto Madrazo le arrebatara la candidatura presidencial a Francisco Labastida. No lo consiguió, pero sin duda, los spots de esta campaña marcaron un parteagüas en nuestra Historia pues tocaron una de las llagas de nuestro sistema político: Esa costumbre de los presidentes en turno de imponer a su delfín en el proceso de la sucesión, lo que coloquialmente se le conoce como “dedazo”.
- No votes por un político, vota por un ecologista. Ante el hartazgo de los ciudadanos hacia la política y los políticos, esta campaña le representó un importante saldo positivo al Partido Verde Ecologista de México. Desde entonces, el Verde se ha consolidado como la cuarta fuerza política a nivel nacional y en algunas regiones de la República incluso se alzó como la tercera fuerza política. Tanto así, que en el proceso electoral federal anterior consiguió el 12 por ciento de la votación.
- Uno de tres… En la primera elección en que partició, la de 2006, el Partido Nueva Alianza (brazo político del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) difundió ampliamente una campaña cuyo objetivo era asegurarle el registro como partido político. Y surtió efecto. El mensaje era sencillo (cualidad de toda campaña política exitosa): que el votante diera un voto de los tres que que emitiría a nivel federal. Así, el PANAL obtuvo 4.54% de la votación total para diputados por el principio de mayoría relativa. ¿Quién dice que no se puede?
- Ya ganamos. Año 2000. Se cocina la alternancia después de más de 70 años de hegemonía priísta. El guanajuatense Vicente Fox avanza imparable. Su mensaje en una primera etapa fue “el cambio que a ti te conviene”. Y después, se colocó como el indiscutible triunfador con el “Ya ganamos”. Ni siquiera un tropiezo del candidato paró su arribo a Los Pinos y la tercera etapa de esa campaña fue breve y contundente: “Hoy”. El artífice de estas piezas publicitarias fue Santiago Pardo.
- Te lo firmo y te lo cumplo. 2005. Parecía que el Estado de México sería gobernado por primera vez por el PAN con Ruben Mendoza, ex alcalde de Tlalnepantla, quien llevaba amplia ventaja. No contaba con la astucia del joven, talentoso y carismático Enrique Peña Nieto. Él y su equipo fueron quienes innovaron en la forma de hacer campañas políticas. Firmar compromisos ante notario público fue la fórmula inequívoca para lograr la confianza de los electores. Escuchar, comprometerse y cumplir.