Las 5 reformas estructurales de Peña Nieto

Durante su campaña, Enrique Peña Nieto, propuso impulsar reformas estructurales, las cuales de acuerdo con Luis Videgaray, coordinador de Políticas Públicas, son prioridad.

Reforma energética: modernizar Pemex con capital privado

Para detener la caída en la producción del petróleo, la única opción es que el dinero de particulares entre en áreas de menor rentabilidad como exploración, explotación y refinación de crudo, y que el dinero gubernamental se enfoque en las áreas de mayor ventaja competitiva como la extracción de crudo y gas natural.

Reforma fiscal: ¿más IVA o un impuesto generalizado?

La propuesta es modificar la Constitución para generalizar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) –que podría incluir alimentos y medicinas–, o aumentarlo más allá del 16 por ciento. También plantea fusionar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), revisar la pertinencia de algunos subsidios, “cruzar” el pago del predial con el Registro Público de la Propiedad, y dar más dientes al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para que sea más eficiente al cobrar los gravámenes.

Reforma laboral: ‘flexibilizar’ las contrataciones

Peña Nieto ha señalado que el actual esquema de empleo es muy rígido, por lo que es urgente suavizar algunas de las reglas que actualmente están en el artículo 123 constitucional. En el ámbito sindical se ha pronunciado por mantener la obligatoriedad de las cuotas a agremiados.

Reforma política: 100 diputados ‘pluris’ menos

Limita la posibilidad de concretar mayorías en el Congreso por la vía de la sobrerrepresentación. Propone la figura de “iniciativa preferente”, que obligaría a que aquellas reformas que el presidente considere importantes sean discutidas y votadas por el Poder Legislativo en un tiempo límite.

Reforma judicial: policías militares con funciones civiles

Crearía un gendarmería nacional, una nueva corporación policiaca con funciones civiles, pero integrada por militares. Engrosaría las filas de la Policía Federal hasta llegar a los 50 mil elementos, que pondrían especial atención en delitos como homicidio, secuestro y extorsión.