Las batallas en “La Voz… México”, aburridas y sin emoción

Cuando inició la segunda temporada de “La Voz… México”, me sentí aliviado de ver que la emisión lucía refrescada, amena y entretenida. Fue una decisión acertada cambiar a los “couches” quienes son lo suficientemente carismáticos y relevantes como para que en las redes sociales hablen, durante las dos horas de transmisión, de ellos. Unas verdaderas estrellas.

Es de agradecer que Miguel Ángel Fox haya logrado reunir a temperamentos tan diferentes (aunque detrás de cámaras no se lleven tan bien, dicen). Jenni Rivera, Paulina Rubio, Beto Cuevas y el mismísimo Migue Bosé, saben que no sólo van a jugar a “encontrar a la nueva voz”, “a los nuevos talentos de la música”, van a entretener.

Se reconoce que sea de los pocos programas que respetan el formato original. Bueno hasta la escenografía es la misma (ya sé que es una cuestión de contrato, pero vean a otras emisiones que no se respetan ni a ellas mismas). Pero es precisamente aquí donde está su fortaleza y su debilidad.

La etapa de los castings entretenía, te mantenía atento de las reacciones de los “couches”, de las redes sociales, etc. Estabas con la expectativa qué y cómo iba a cantar el siguiente participante, si alguien iba a voltear la silla; había suspenso. Sin embargo, en la etapa de “Las batallas” no se puede decir lo mismo.

Hasta la fecha, han sido muy aburridas y carecen de la emoción con la que empezaron en un inicio. Les hace falta dinamismo e interpretaciones que nos abrumen, que nos conmuevan.

En cuestiones de conducción, Cynthia Urias debió asumir el rol de conductora principal, pues tiene la imagen, el talento y las tablas para llevar un programa de esta magnitud.

Si pensaban que Mark Tacher era aburrido, lo decían porque no habían visto a Jacqueline Bracamontes. Es muy fingida y sólo ella se ríe de sus chistes (será porque tal vez sólo ella se entienda). Es muy bella y tiene presencia, sí, pero es mucho mejor actriz que conductora.

No hace falta decir que es el programa con más rating de los domingos y ojalá que con los conciertos en vivo regrese esa emoción con la que inició. Ya se barajean nombres de estrellas nacionales e internacionales para acudir al programa, entre ellos, Thalía. Interesante, ¿no?