La nueva campaña de Benetton, titulada ‘UnHate’ y que tiene como propósito difundir un mensaje de tolerancia y amor, causó polémica en todo el mundo por las controversiales imágenes en las que se ve a distintos líderes mundiales besándose entre ellos.
Pero esta no es la primera vez que un anuncio de Benetton causa conmoción. De hecho, desde 1989, esta parece ser la constante en su publicidad; fue en este año que se incorporó el fotógrafo Oliviero Toscani a la firma italiana, un hombre que no tiene ningún miedo de tocar fibras sensibles.
Un año después, Toscani lanzó la primera provocación: una mujer negra amamantando a un bebé blanco, y desde entonces el tema racial sería el eje rector de las campañas de Benetton; durante años tuvo carta blanca para hacer lo que quisiera en ellas.
Un bebé recién nacido con todo y el cordón umbilical, un cementerio de los soldados caídos en la Guerra del Golfo, o un barco lleno de albaneses intentando entrar a Italia se convirtieron en imágenes controversiales, e inmediatamente relacionadas con la marca.
La más reciente campaña, en la que el Papa Benedico XVI está “besando” al imán de la mezquita Al Azhar de El Cairo, Ahmed Mohamed al Tayeb, no es la primera que hace enojar a la Iglesia Católica. El de la monja y el cura besándose (1991) y el del Sida emulando a Jesús, confrontaron a la marca con la Santa Sede.
En 1999, se le acabó la suerte a Toscani, cuando fotografió los rostros de personas reales condenadas a muerte. Ante las protestas y las demandas recibidas en Estados Unidos, Toscani fue despedido.
Pero parece que su legado continúa en las provocativas campañas de Benetton.
Fuente: La Patilla
