La irrupción de la educación a través de Internet en el ámbito universitario ha abierto las puertas a muchos estudiantes que no hubieran accedido a la educación superior en caso de depender de la enseñanza tradicional. Además, esta fórmula está transformando de manera radical la manera en que algunas universidades afrontan su futuro.
La Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), las dos universidades más prestigiosas del mundo, han sorprendido a la comunidad educativa con el lanzamiento de ofertas gratuitas a través de la Red.
Desde el próximo otoño, varios estarán disponibles a través de Internet. La Universidad de Berkeley, en California, también se ha unido a este proyecto llamado EdX.
“Es el mayor avance desde la invención de la imprenta”, asegura un experto
Otras 16 grandes instituciones —incluidas las universidades de Stanford, Princeton y Johns Hopkins— también apuestan por esta fórmula y acaban de estrenar su propio sistema, que pondrá en la Red más de un centenar de cursos y aspira a captar estudiantes fuera de las fronteras de Estados Unidos y en varios idiomas.
En EE UU, el 77% de las universidades oferta cursos a través de Internet. Y uno de cada cuatro estudiantes afirma haber participado en algún tipo de clase a través de la Red, según un estudio realizado en 2011 por el Centro Pew de Investigación.
Se acabó lo de ir a clase: es la clase la que va a ir a casa del estudiante
En total, más de seis millones de estudiantes estadounidenses dieron clases a través de la Red en el último curso; 560.000 más que en el año anterior, según un informe de Babson College.
Este crecimiento, un 10%, es significativamente mayor que el de la educación superior tradicional, que aumentó apenas un 2%, hasta los 19.7 millones de alumnos, de acuerdo con los últimos datos del censo.
Pero, ¿puede la enseñanza online ofrecer una educación tan buena como la presencial? Según un estudio encargado por el Departamento de Educación de Estados Unidos a la consultora SRI International y publicado en 2009, la respuesta es sí.
La razón que daban no es que el modelo sea más efectivo por sí mismo, sino el hecho de que la educación a distancia requiere alumnos fuertemente implicados, y la actitud del alumno es determinante en todo tipo de enseñanza.
Quienes estudian a distancia suelen dedicar más tiempo al estudio, a buscar información adicional, a compartirla y discutirla.
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