Conoce algunos de los aeropuertos que le exigen destrezas muy especiales a los pilotos y valor a los pasajeros.
Descenso desafiante
El aeropuerto Tenzing-Hillary, de Nepal, está hecho para aventureros.
Está oculto en las alturas de Lukla, un pueblo del Himalaya, y su pista de 460 metros tiene una inclinación del 12%. Por ello, solo se puede acceder a él con helicópteros o pequeños aviones de ala fija.
Sin embargo, tras el terremoto que el 25 de abril asoló Nepal, este pequeño aeropuerto se convirtió en clave para las operaciones de rescate de supervivientes y para hacer llegar ayuda.
La aterradora pista de aterrizaje sirve de punto de acceso para los montañistas que están dispuestos a enfrentarse a la cumbre más alta del mundo.
Por eso es apropiado, quizá, que lleve el nombre del más famoso aventurero de la región y de su guía y porteador: Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay.
Pista acuática
Con la marea alta es imposible ver el aeropuerto de Barra, en Escocia.
“Es el único aeropuerto del mundo en el que los vuelos programados utilizan la playa como pista de aterrizaje”, señala el usuario de Quora Amit Kushwaha.
Tanto así, que es la marea la que marca el horario de partidas y llegadas.
El aeropuerto está situado en la bahía de Traigh Mhor, en Barra, una de las islas de las Hébridas Exteriores.
Despegues tropicales
Para los pilotos tener que aterrizar en el aeropuerto internacional de Male, en las Maldivas, es desalentador.
La única pista de asfalto, situada a sólo dos metros sobre el nivel del mar, ocupa toda la longitud de la isla Hulhule, en el atolón Male Norte.
Así que con un pequeño error de cálculo el avión podría terminar en el Océano Índico.
“Es uno de los pocos aeropuertos del mundo que comienza y termina en el agua y que abarca toda una isla”, indica Peter Baskerville, otro usuario de la página de internet.
Pisa el freno
Aterrizar en el aeropuerto Juancho E. Yrausquin, en la isla caribeña de Saba, “no es para los débiles de corazón”, escribe Dhairya Manek en Quora.
Lo dice porque la suya está considerada como la pista de aterrizaje de uso comercial más corta del mundo.
Mide aproximadamente 396 metros, cuando lo normal es que tenga una longitud de entre 1,800 y 2,400 metros.
Y esto significa que sólo los aparatos pequeños, aquellos que pueden aminorar la velocidad con mucha rapidez, pueden aterrizar en este aeropuerto.
Además, su ubicación es tan hermosa como peligrosa.
Desesperadamente hermoso
La única pista de Telluride está construida sobre una plataforma en las Montañas Rocosas, en Estados Unidos, junto a una caída de 300 metros sobre el río San Miguel que para el corazón.
La inclinación en su parte central fue legendaria.
Pero gracias a las reformas de 2009 ha sido posible que aterricen en éste aparatos más grandes.
Aunque, aún hoy, la guía Seguridad para volar sobre las montañas desaconseja a los pilotos de aviones ligeros intentar aterrizajes nocturnos y volar cuando los vientos de altura superan los 30 nudos o la visibilidad es de menos de 24 metros.
Vista de infarto
Era tan aterrador aterrizar en el aeropuerto Kai Tak de Hong Kong, hoy clausurado, que los pasajeros le llamaban el aeropuerto “ataque al corazón” (heart attack, en inglés).
“Ya no existe el aeropuerto Kai Tak, pero fue una de las maravillas del mundo de la aviación mientras estuvo en funcionamiento (entre 1925 y 1998)”, escribe Jay Wacker en Quora.
Fuente: BBC Mundo