Es de conocimiento público que esconder la molestia, un enojo o la infelicidad puede empeorar el ánimo, por lo que, las sonrisas falsas pueden dañar a la salud. Según un estudio Academy of Management Journal, intentar suprimir los pensamientos negativos podría hacer que se tornen más persistentes.
A partir de una investigación con un grupo de personas durante dos semanas, se hizo una comparación por intervalo de días entre sonrisas falsas y sus sonrisas auténticas y se detectó que con las “sonrisas forzadas”, se deterioraban el estado de ánimo de las personas y tendían a no hacer su trabajo por “intentar suprimir los pensamientos negativos” que pueden hacerse más persistentes.
En cambio, en contraste con los días en que sonreían auténticamente, el estado de ánimo de los conductores mejoraba y su productividad era mayor.
Al parecer, las mujeres son las más afectadas a la hora de hacer una sonrisa falsa porque suelen ser educadas para ser más expresivas a nivel emocional y ocultan emociones puede crear más presión.
Fuente: Clarín