Vaya sorpresas que da la vida en el mundo de la política. Históricamente, el PAN se había caracterizado por impulsar procesos democráticos y favorecer la pluralidad y la competencia; un partido que se enorgullecía de diferenciarse en ese aspecto de otros partidos políticos.
En los últimos años, el Presidente Calderón ha dejado de lado su función como jefe de Estado para convertirse, de facto, en un jefe de partido. Esto no solo ha viciado el entorno político al interior del PAN, sino que ha generado divisiones que, están muy cerca de convertirse en verdaderas tribus, al más puro estilo perredista.
En los últimos días, diversos actores dentro del partido se han dedicado a descalificar a sus copartidarios. Los 7 presidenciables panistas, además de descuidar sus actuales funciones, están generando divisiones en el partido, además de estarse atacando unos a otros.
Tan sólo en esta semana, hemos tenido 3 casos de verdadero “tribalismo” panista:
- Manuel Clouthier vs Josefina Vázquez Mota: El actual diputado e hijo de ex candidato presidencial, se le fue a la yugular a la coordinadora panista, al afirmar que las reformas estructurales no han transitado en la cámara por culpa de Vázquez Mota, pues está más interesada en su proyecto político y ha descuidado sus obligaciones. La diputada ni siquiera va a las juntas legislativas, afirmó Clouthier.
- Javier Lozano vs Santiago Creel: El Secretario del Trabajo dijo que su compañero de partido, Santiago Creel, ha adoptado una posición mediática, oportunista e incongruente al solicitar licencia al cargo y pretender adelantar los tiempos. Lozano reprochó al senador que en su momento, él impulsó una reforma para regular las precampañas y hoy pretende presionar al PAN para adelantar los tiempos electorales.
- Rodríguez Prats vs Ernesto Cordero: El tabasqueño aseguró que ya hay casos de presiones y ofrecimientos de cargos para apoyar al titular de Hacienda, Ernesto Cordero. “Me gustaría que el Presidente reafirmara su idea de que él va a permitir un proceso interno democrático y libre”.
Cualquier día podríamos ver el surgimiento del movimiento “nueva derecha”, “derecha democrática”, “los pepes” o algo por el estilo. Parece que el PAN no aprendió la lección en Estado de México, y se esta esforzando arduamente por, si bien no autodestruirse, minar su propio camino y acabar con la posibilidad de obtener de nueva cuenta la presidencia de la república.
