Latinoamérica, una tarea pendiente para México: Enrique Peña Nieto

Por: Enrique Peña Nieto, Presidente Electo de México

En México se respiran aires de cambio. Los mexicanos desean un cambio económico que lleve hacia un mayor crecimiento y genere más empleos. Un cambio que provea mayor tranquilidad y restablezca la seguridad y la paz. Un cambio hacia el diálogo político. Un cambio que permita poner fin a la polarización que ha permeado a la sociedad y reconstruya la imagen de México ante los ojos del mundo. Dicho cambio es una tarea que asumiré en mi gobierno: convertir a México en un país dinámico y de liderazgo responsable.

Quiero hacer de nuestra política exterior un motor de desarrollo; particularmente en lo concerniente a nuestras relaciones con Latinoamérica y el Caribe. Históricamente, México ha sido un actor responsable y activo en la región y ahora ha llegado el momento de renovar con gran énfasis esta tradición. Cultural, económica y políticamente, México siempre ha estado unido a este grupo de países hermanos, y en el futuro inmediato estoy convencido de que deberá seguirlo estando, pero de una manera más estrecha, eficaz y focalizada. México está preparado para retomar su importante lugar en el concierto panamericano y yo, como presidente, estoy listo para encabezar tan indispensable esfuerzo.

Una de mis prioridades será recuperar los espacios y la presencia de México en América Latina y el Caribe; nuestro país no puede darse el lujo de quedar al margen de las grandes oportunidades de desarrollo que posee la región como polo de creatividad y progreso dentro del universo de las economías emergentes.

Tengo muy claro el camino. Primero, debemos fortalecer nuestra propia economía y nuestras instituciones democráticas. Un país que no tiene su casa en orden no puede aspirar a tener una voz legítima más allá de sus fronteras. Mejoraremos las condiciones económicas del país, logrando un crecimiento incluyente, de tal forma que el ingreso de los mexicanos no solo sea suficiente para vivir, sino también para tener aspiraciones y proyectar un futuro.

Para ello implementaremos reformas estructurales, como la energética, la fiscal, la laboral y la de seguridad social. Reformas que sienten las bases para crecer a la par de otros países latinoamericanos, ejemplo de que una mayor tasa de crecimiento e inclusión sí es asequible.

En segundo lugar, tenemos que asumir, como país, un rol de mayor responsabilidad en las distintas organizaciones regionales y multilaterales. En particular, en la Alianza del Pacífico, al lado de Colombia, Perú y Chile, la cual considero un instrumento de gran potencial para la región. Es hora de que intensifiquemos con estos países hermanos un proceso de integración comercial y económica que nos permita una mejor vinculación comercial con Asia-Pacífico, sobre la base de los acuerdos comerciales bilaterales existentes entre los Estados parte.

En tercer lugar propongo ampliar las alianzas estratégicas que México tiene en la región con el fin de abrir nuevos mercados y formar lazos mutuamente benéficos que trasciendan lo económico y lleven a una mayor cooperación en áreas tan estratégicas como la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, un flagelo cuyos tentáculos han comenzado a expandirse por todo el continente. Contra ese cáncer que siembra el miedo y la violencia en nuestros países no se puede tener pacto ni tregua; y para confrontarlo eficazmente es esencial una cooperación estrecha y una coordinación a nivel regional.

Por último, quiero enfatizar que como presidente de México voy a privilegiar instrumentos de cooperación más efectivos con América Latina y el Caribe, puesto que cada uno de nuestros países enfrenta retos de los cuales todos los demás podemos aprender. Debemos buscar maneras de compartir experiencias y construir frentes comunes. En este sentido, Colombia representa un ejemplo exitoso de lucha contra la violencia y la criminalidad organizada bajo el marco de la institucionalidad y la democracia.

El futuro de las democracias y las economías latinoamericanas deslumbra hoy al resto del mundo. Tenemos una población joven, educada y capacitada, gozamos de recursos naturales muy valiosos y poseemos un espíritu de trabajo emprendedor. Es mi compromiso como próximo presidente de México recuperar el tiempo perdido en nuestras relaciones con la región y forjar una nueva era de cooperación entre nuestros países.

Fuente: El Tiempo de Colombia