En el distrito de Nasirabad, Pakistán, un joven fue víctima de sus propios familiares al intentar casarse con su novia, pues lo atacaron con cuchillo y le arrancaron los ojos con una cuchara.
El joven contó: “mi padre primero estuvo de acuerdo (con la boda). Pero, tres horas después, él y mis cuatro hermanos me llevaron a una habitación donde me ataron a una cama y empezaron a sacarme los ojos”.
Después del ataque el joven pidió a su familia que lo mataran, pero ellos argumentaron que tenía que vivir para ser “un ejemplo para otros niños en el pueblo”.
Las autoridades recibieron denuncias de los vecinos, por lo que el padre y dos hermanos fueron detenidos, mientras que otros dos implicados lograron escapar.