Al igual que ocurrió en otros países árabes, grupos de manifestantes salieron, en Libia, para oponerse al régimen instaurado en ese país. La represión fue en aumento, con un saldo de cerca de 400 muertos y el rechazo internacional a los ataques de las fuerzas de seguridad, que responden a Muamar al Gadafi.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas, como la Unión Europea, han rechazado el ataque por parte de las autoridades de Libia contra la población civil, que se viene manifestando en forma pacífica. En este sentido, la ONU ha pedido una investigación internacional, exigiendo al gobierno de Gadafi que detenga las violaciones a los derechos humanos.
Por otro lado, la grave crisis desatada en ese país del norte de África ha provocado la renuncia del ministro de justicia libio. Asimismo, se prevé que grupos militares puedan unirse a los manifestantes, al tiempo que miembros de la diplomacia de Libia, en la ONU, le pidieron al mandatario que deje el poder. El propio Gadafi desmintió su huida a Venezuela.
Ante la gravedad de este conflicto, que ha impactado negativamente incluso en la cotización del euro, la Liga Árabe se reúne este martes en El Cairo con el objeto de evaluar la situación.
Al respecto, el secretario de la Liba Árabe, Amr Musa, pidió en un comunicado el final de la violencia. Además, agregó que “las reivindicaciones de todos los pueblos árabes exigen reformas, el desarrollo y el cambio son legítimos, y son compartidos en todas partes en el mundo árabe, sobre todo en este momento de la historia árabe”.
Fuente: El Universal, El Periódico, Reuters América Latina
