Cuando la vida en la Tierra parece estar por llegar a su fin, es momento de buscar un nuevo hogar.
La humanidad comienza a mirar hacia arriba, allá entre el firmamento lleno de estrellas tiene que estar escondido algún planeta habitable para todos.
Aquí abajo ya no se puede sobrevivir, es momento de dar el siguiente paso, antes de que cualquier cosa suceda. Un grupo de astronautas tendrán que hacer el viaje, pero su nave no está sola y tiene bajo su mando a un capitán que está dispuesto a mandar a estos humanos más lejos de lo que cualquier otra persona haya llegado jamás, su nombre es Christopher Nolan.
La nave en la que viajan se llama “Interestelar” (“Interstellar”), y es la más reciente película del cineasta inglés recordado por dirigir rompecabezas cerebrales y filosóficos como “Memento” (2000), “Following” (1998) e “Inception” (2010), así como la trilogía del Caballero Oscuro, que nos presentó a un Batman mucho más realista que los anteriores interpretado por Christian Bale.
Es, sobre todo, un cineasta inteligente que le gusta jugar con la ciencia ficción y la realidad, y lo que alguna vez hizo en el mundo de los sueños ahora lo lleva a una escala espacial, con una tripulación de primera: Matthew McConaughey, Anne Hathaway y Jessica Chastain, los dos primeros ganadores de un Oscar y la tercera nominada en dos ocasiones.
Astrofísica y Kubrick
Para esta película Nolan volvió a trabajar con su hermano menor, Jonathan, quien ha colaborado en diversos guiones para el cineasta. Pero los hermanos necesitaban una ayuda superior para este proyecto y esa la encontraron en Kip Thorne un astrofísico dispuesto a resolver todas sus dudas sobre agujeros de gusano, viajes en el tiempo, velocidad de la luz, etcétera.
Nolan no tiene dudas al admitir que la película dirigida por Stanley Kubrick es una de sus principales influencias para este nuevo proyecto. Es decir, una película de ciencia ficción, ubicada en el espacio que, más que ser una aventura cualquiera, esconde preguntas filosóficas mucho más profundas, o al menos es lo que uno esperaría luego de haber visto otras cintas del director.
“Fue un sentimiento extraordinario: ser llevado fuera de este planeta hacia los rincones más lejanos del universo”, recordó el cineasta sobre su experiencia con la cinta de Kubrick.
“Ha sido una ambición personal: si tuviera la oportunidad de involucrarme en un proyecto de ciencia ficción de gran escala, algo sobre explorar nuestro universo, trataría de tomar esa oportunidad”, añadió el director a The Hollywood Reporter.
Fuente: Vanguardia
