LLegó la hora de empezar

Hay días en los que uno siente que la vida va cuesta arriba y que las metas o propósitos están bien para inicio de año pero no para un lunes cualquiera o para mediados de agosto. Y así andamos, en la rutina, en el día a día, sin aprovechar los momentos en los que podríamos hacer cosas excepcionales o sin invertir en los momentos que podrían acercarnos más a nuestros sueños, tal vez esperando una señal o algo que nos haga despertar o escuchar “es ahora”.

Y sucede que vemos a otros lograr sueños, alcanzar metas y conseguir cosas, y nos preguntamos ¿cómo lo hizo? Y podemos creer que tuvo más suerte, más recursos, más apoyo, bendiciones o estuvo en mejores condiciones que nosotros, sin embargo en el fondo habríamos de reconocer que alcanzar sueños, metas y conseguir cosas está relacionado con tomar decisiones, actuar en consecuencia y trabajar duro y constantemente, pero sin duda consiste en empezar en algún momento.

La vida está colmada de comienzos, a cada momento, en cada paso. La vida es un continuo de pasos y momentos consecutivos que van conformando el presente y van modelando el futuro. Un libro empezó siendo una idea, después unas líneas, más tarde unos párrafos, y tiempo transcurrido se vuelven muchas hojas con muchas ideas impresas y publicadas. Un corredor comenzó poniéndose los tenis.

A veces nos permitimos dejar para después las cosas, las decisiones o las acciones que harían una diferencia, lo dejamos “para cuando tengamos ganas” para cuando estemos motivados, o tengamos tiempo o los recursos que creemos necesitar, pero muy frecuentemente sucede que ni las “ganas” ni la motivación llega, el tiempo pasa y los recursos a veces pueden llegar o no y a nosotros se nos fue la vida sin hacer algo.

Por eso, empieza. Con algo mínimo, con un paso a la vez. Con una línea, una vuelta al parque, con una cucharada menos de azúcar, con una oración más, con una sonrisa, con una decisión cada día. Empieza con algo, aunque creas que es pequeño y que no hace la diferencia, empieza. Al final de la semana, te darás cuenta que realizaste más cosas de las que esperabas y de las que hubieras conseguido si hubieras esperado a tener “ganas”.

Claro que después de empezar hay que seguir. Y tú ¿cuántos pasos darás hoy?

* Deborah Buiza es terapeuta y especialista en Desarrollo Humano