Lo que Alemania le regaló a Brasil

Para los 900 habitantes de Santo André, unos 600 kilómetros al sur de Salvador, el equipo de Joachim Löw se había proclamado campeón antes de tocar por primera vez la pelota.

En ese remoto lugar, de playas paradisiacas y reservas naturales, fue que la Federación Alemana de Fútbol (DBF, por sus siglas en alemán) decidió establecer el campamento base para preparar su participación en Brasil 2014.

No había edificios ni ningún tipo de infraestructura deportiva, sólo un terreno de 15.000 metros cuadrados en el que Alemania construyó una resort turístico de 14 viviendas, un gimnasio, un spa, un campo de fútbol iluminado, piscina y un auditorio para las reuniones del equipo.

El complejo de unos $40 mdd no fue un capricho. Tampoco tuvo ningún costo para la localidad pesquera, ni para el gobierno regional, ni para la Federación alemana, que delineó un plan a largo plazo para determinar el impacto que tendría el proyecto una vez conseguido el objetivo de ser campeones.

Campo Bahía, como se conoce ahora el lugar, fue ideado por Christian Hirmer, un empresario alemán que trabaja en la industria de la moda en Múnich y amigo del director de la selección alemana y exfutbolista Oliver Bierhoff, y financiado por inversores del sector privado.

Para Hirmer el lema era simple: “el mejor equipo debe tener el mejor centro de entrenamiento”. Y Alemania lo demostró.

El complejo se abrirá al público como un resort turístico, sostenible y ecológico que ofrecerá variadas actividades como la pesca y el surf, lo que impulsará el desarrollo de la comunidad de la zona.

La mayoría de los habitantes de Santo André que fueron empleados para cubrir las demandas de los jugadores y la delegación alemana durante el Mundial, formarán la base laboral del centro en el futuro.

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Fuente: BBC Mundo