Lo que, de verdad, dice la entrevista del New York Times con Felipe Calderón

El sábado 15 de octubre, el prestigiado periódico New York Times le dedicó dos espacios importantes al presidente Felipe Calderón; ambos se distinguieron por las polémicas declaraciones del mandatario mexicano.

El primero de estos espacios es el extracto de una entrevista que el diario le hizo a Calderón (no especifica la fecha ni el lugar). En ella, el presidente habla frontalmente sobre lo que él considera una posibilidad real: que el próximo gobierno pacte con los cárteles del narcotráfico.

Esto es, textualmente, lo que dijo Calderón:

“Depende de quién sea. Hay muchos en el PRI que coinciden con la política que yo tengo (en seguridad), por lo menos lo dicen en secreto, mientras que públicamente dicen otra cosa. Hay muchos en el PRI que creen que los tratos del pasado funcionarían ahora. No se qué trato podría hacerse, pero es la mentalidad que muchos de ellos tienen. Si esa opinión prevalece, me preocuparía”.

Presidencia de la República intentó corregir lo dicho por el presidente, alegando que él se limitó a responder una pregunta del entrevistador, y que esta respuesta se basó en lo dicho por el ex gobernador Sócrates Rizzo.

En otro artículo publicado el mismo día por el Times, titulado ‘El presidente de México trabaja para sellar las tácticas de la guerra contra las drogas‘, el diario retoma declaraciones hechas en ambos lados de la frontera sobre los fracasos de la lucha contra el narcotráfico.

La más relevante es la que se refiere al operativo ‘Rápido y furioso’, uno que no ha condenado tan severamente como la naturaleza de este operativo lo requiere: “El señor Calderón dijo que se enteró del programa justo después de reunirse con el Sr. Obama  en Washington, por medio de un periódico. Le preocupaba, dijo, pero atacar a Estados Unidos no serviría a los intereses de México”.

Ambas declaraciones tiene un factor importante, y preocupante, en común. ¿Tiene información sobre los cárteles del narcotráfico, la numeralia de la guerra contra las drogas, las operaciones que Estados Unidos lleva a cabo en nuestro país? ¿O se entera por medio de periódicos, noticieros, y lo que dicen otros actores?

A juzgar por sus más recientes declaraciones, pareciera que se trata del segundo caso, lo cual implica que el presidente de México estaría hablando sin sustento, sin información sólida, y con propósitos electorales que nada tienen que ver con su función de Jefe de Estado.  La inverosimilitud de sus declaraciones nos regresa a los tiempos de: “Lo que el presidente quiso decir…”.