Una vez más, el presidente Felipe Calderón se encuentra en el centro de la polémica debido s aus declaraciones… o lo que dicen que fueron sus declaraciones. Ayer se llevó a cabo una reunión a puerta cerrada que sostuvo en mandatario ayer en Los Pinos con la dirigencia del PAN y sus coordinadores parlamentarios.
Saliendo de la reunión, la secretaria general de Acción Nacional, Cecilia Romero, reveló a los medios que el presidente Calderón los había instruido a seguir abiertos a la alianza con el PRD en el Estado de México, y a llevarla a cabo como lo decidió la ciudadanía en la consulta del pasado domingo.
Más tardó Romero en decir esto, que el resto del PAN en desmentirla. A las pocas horas, Roberto Gil Zuarth, secretario particular del presidente, aclaró que “bajo ninguna circunstancia responde al deseo, la instrucción, la solicitud del Presidente de la República, sino fue la reflexión que hizo la dirigencia partidaria sobre el ánimo que hay en algunos de los panistas”.
Y Gustavo Madero, presidente del PAN – y por lo tanto, superior de Romero – tampoco podía dejar las cosas así. “Se pueden deber a una interpretación personal por la actitud positiva que mostró el presidente Calderón cuando fue informado de la consulta ciudadana, pero de ninguna manera marcó línea o instruyó al partido sobre qué postura tomar respecto al futuro de la alianza en el Estado de México”, se leía en un comunicado de la dirigencia nacional de ese partido.
Esto significa dos cosas para el presidente Calderón, una buena y una mala. La mala, es que los propios miembros del CEN de su partido no tienen ningún cuidado en salir a publicar lo que se habla a puerta cerrada. La buena, es que hay otros, como Gil y Madero, dispuestos a salir a defenderlo.
Fuente: Milenio