Según el psicólogo Juan Antonio Molina, experto en nuevas tecnologías, “los que cuentan con muchos grupos podrían señalar conductas diametralmente opuestas. Por un lado, retratar individuos muy extravertidos… O todo lo contrario, gente muy tímida que suple con este tipo de comunicación la necesidad de relacionarse cara a cara”. Juan Alberto Estallo, psicólogo del Centro Fórum del Hospital del Mar, coincide en este aspecto: “La extraversión puede estar relacionada con la fisiología: una persona cuya corteza cerebral necesita más estímulos externos busca emociones y nuevas relaciones constantemente, algo que, sin embargo, no ocurre con los introvertidos fisiológicos. Esto se confirmó, por ejemplo con los videojuegos: se suponía que quienes más jugaban eran más tímidos, y es justamente lo opuesto”.
Mireia Fernández Ardévol investigadora del Instituto Interdisciplinario de la Universitat Oberta de Catalunya especializada en comunicaciones móviles, economía y sociedad, explica la importancia que adquieren la formación y participación en grupos de Whatsapp para los adolescentes:
“Los círculos sociales, formados por amigos y de los que habitualmente se excluye a los padres, ayudan a determinar los gustos y necesidades de los jóvenes. Son el campo donde estos jóvenes experimentan y desarrollan su personalidad”. Para Molina, el uso frecuente de los primeros “refleja una personalidad muy abierta y positiva.
Fuente: Quo