Lo que sigue a la Reforma Energética

La consolidación de la Reforma Energética está en curso, y con ello, abrirá un campo importante para atraer Inversión Extranjera Directa al país. Profesionales de inversión alrededor del mundo reportan un mayor optimismo sobre las perspectivas económicas para el próximo año, y México está figurando con gran fuerza en ese optimismo.

Las opiniones a favor y en contra no se han hecho esperar, sin embargo, ya se cuenta con el aval de 16 Legislaturas estatales. Aunado a ello, es un hecho que existen empresas interesadas en invertir en México, desde las inglesas, nórdicas, canadienses y estadounidenses, mismas que han estado pendientes de los alcances de la Reforma, pero, uno de los puntos más importantes es que el precio de los energéticos, sobretodo el gas natural y su mayor disponibilidad, tendrán un efecto multiplicador en todos los sectores productivos del país.

Asimismo, las empresas de servicios para el sector energético, podrán brindar beneficios a México con esta Reforma, pues son las que más impactan y generan empleos, compañías que cuentan con sistemas marinos para establecer gasoductos y petroproductos en el fondo del mar, y las embarcaciones que darán apoyo a la industria petrolera, son algunas de las que figuran en este rubro.

La posibilidad de establecer en México un centro de operaciones para dar servicios no solo para el sector mexicano, sino para América Latina, se vuelve factible.

Y es que, diversos estudios señalan que nuestro país necesita crecer a una tasa del 7% anual para poder dar empleo a 2 millones de trabajadores que se incorporan anualmente al mercado de trabajo, los niveles de crecimiento que hasta ahora hemos generado como país, resultan insuficientes para atender a una demanda de un mercado con un fuerte potencial de crecimiento contenido.

Ahora, ya se ha brindado a México una certeza de que pueden generarse las condiciones necesarias para detonar el crecimiento y el empleo que tanta falta le hace al país, la certeza de que Pemex puede convertirse en una empresa que pueda salir a competir al mundo como lo han hecho los países que han adoptado modelos basados en la competitividad y en el desarrollo, la certeza de que las empresas públicas del Estado mexicano estarán en condiciones de adaptarse y beneficiarse de las circunstancias de su tiempo.

Apertura con reglas claras para generar un mejor mercado, más eficiente, más productivo y por lo tanto más competitivo, finalizar con un régimen monopólico del que se ha dependido tanto, al que se le ha cargado de responsabilidad fiscal y nacional, es lo que un país como el nuestro necesita, con órganos reguladores que velen por el uso y administración eficiente de los recursos, energéticos y económicos de la industria y con una nueva política energética que despetrolice las finanzas públicas, y que le apuesta a la generación de energías alternas bajo una perspectiva ambiental acorde con las necesidades del siglo XXI.

Alejandro Córdova Gutiérrez