Los aforismos de Carlos Monsiváis

El escritor mexicano Carlos Monsiváis, genio de la crónica y figura de la cultura popular, fue además un “aforista consumado” que escribió estas sentencias en toda su obra pero nunca llegó a reunirlas porque la muerte lo sorprendió, declaró Francisco León.

Los aforismos son sentencias doctrinarias, con capacidad de definición, que condensan en una construcción brevísima juicios y reflexiones morales, resúmenes de experiencias, asertos que conciernen a un saber específico, sea filosófico, político, médico o de otro tipo. Los primeros los escribió Heráclito de Éfeso y posteriormente esas sentencias se infiltraron “en todas las épocas” a través de autores muy diversos.

Cuentista, novelista, autor dramático y filólogo, León acaba de publicar en México “Aforismos de Carlos Monsiváis. Autoayúdate que Dios te autoayudará” (Seix Barral, 2011), una recopilación de estas proposiciones fragmentarias que el escritor mexicano dominaba como nadie.

“América Latina carece de poderes retentivos”; “Todo lo intenso debe ser efímero”; “El destino de la mujer es el sometimiento”; “Nos convertimos en lo que contemplamos” o “La inestabilidad es la norma”, son algunos de los aforismos rescatados por León que estaban contenidos en la obra de Monsiváis.

Fue el editor Braulio Peralta quien le propuso a Francisco León tomar once libros de Monsiváis y siete textos independientes del cronista mexicano y tratar de encontrar allí los aforismos que estaban encerrados.

Hay otros con una ironía que atormentará a cualquier lector: “La estabilidad es la frivolidad”; “La flojera del mexicano más bien se llama desempleo”; “El signo de la normalidad es la pobreza”; “Todo cambia, todo se transforma, todo sigue igual”; o “Solo se admiten preguntas que cambien la vida“.

Fuente: Agencia EFE