Ricardo Alemán, en su columna de El Universal, precisa el conflicto de interés que envuelve a la L-12 del Metro.
Este “conflicto de interés se produjo porque Enrique Horcasitas era el director de Proyecto Metro, al tiempo que su hermano Luis Horcasitas era vicepresidente de ICA. ¿Nadie sospechó del conflicto de interés? Pero hay más.
Otro conflicto de interés se produjo cuando Carlos Adolfo Altamirano —que era gerente de instalaciones fijas del Metro—, pasó a la iniciativa privada justo cuando se inició la L-12, y ocupó un puesto directivo del Consorcio Certificador de la L-12. Es decir, fue juez y parte y también existió conflicto de interés”
El columnista calcula el monto de dinero involucrado: “si analizamos todas las irregularidades producto del escándalo de la L-12, el proyecto habría costado 47 mil millones de pesos, de un estimado inicial de 17 mil 500 millones de pesos. Es decir, que los ciudadanos habremos pagado 30 mil millones de pesos adicionales, a causa de los errores, fallas y omisiones del gobierno de Marcelo Ebrard.
En su meticuloso análisis plantea la pregunta ¿Dónde quedaron 30 mil millones de pesos; en la bolsa de quién? al referir que alguien hizo mal su trabajo y sin duda que los responsables de verificar la calidad del trabajo se voltearon para otro lado.
Leer más: El Universal