Sus iniciales, YSL, son sinónimo de fino, mundano, atormentado, creador. Yves Saint Laurent revolucionó al mundo de la moda femenina creando prendas andróginas que se convirtieron en clásicos.
En 1957, 2 años después de que entrara a la casa Dior y de que muriera su mentor, el mismo Christian Dior, éste lo nombró su sucesor, y desde ahí se convirtió en el protagonista del “reinado del estilo”, gracias a su colección Trapèze, a la cual pertenece este vestido de noche, que “libera el cuerpo”.
Para 196, el estilo de YSL ya era accesible a un mayor número de mujeres, y se vendía en cientos de boutiques a las que asistían personalidades como Lauren Bacall, los Duques de Windsor, la Condesa de Ribes, Betty Catroux y Loulou de la Falaise.
Algunas de las prendas más innovadoras que introdujo al mundo de la moda son el chaquetón, la sahariana, el pantalón y el saco sastre, la camisa normanda, la túnica y el jumpsuit. Lo femenino y lo masculino se confunden en esta nueva estéticca.
Una de sus más grandes musas fue la actriz Catherine Deneuve, en quien se inspiró para crear este vestido. “Ella siempre me resultó extraordinaria. La vestí después de Belle de Jour, 1967, la película de Luis Buñuel. Es una mujer que tiene un encanto y un corazón maravilloso”, dijo Saint Laurent sobre ella.
En el otoño de 1966 Saint Laurent lanza su primer esmoquin femenino. Propuso una alternativa para salir de noche que no era un vestido. Tuvo un éxito inmediato, y se quedó como un sello distintivo de muchas de sus piezas.
En los 70s llega la colección del escándalo: turbantes de terciopelo, abrigos de zorro verde, zapatos de plataforma. En aquella época fue muy criticada por ser considerada de mal gusto, y fracasó estrepitosamente; pero se convirtió en una colección de culto para las siguientes generaciones.
Este es uno de sus más icónicos diseños: el vestido inspirado en el pintor Mondrian. A partir de este momento (1965) inspiró sus diseños en las obras de artistas como Van Gogh, Matisse, Picasso, Braque, Léger o Apollinaire.
Sus vestidos de noche están inspirados en los paraísos perdidos, en el lujo grandioso de los siglos pasados, la elegancia y el glamour de Hollywood.
El diseñador era conocido como “el viajero inmóvil”, ya que muchos de sus modelos están inspirados en viajes reales o imaginados. “Con mi imaginación, viajo a países que no conozco. Detesto viajar. Si leo un libro sobre los indios, con fotografías, o sobre Egipto, donde nunca he estado, mi imaginación me lleva hasta allí. Así es como he realizado mis viajes más bellos”, dijo en una ocasión.
Fuente: BBC
