Los héroes del accidente de Asiana

La mayoría de los pasajeros del vuelo 214 de la compañía Asiana Airlines, que se estrelló al aterrizar en el aeropuerto de San Francisco, salió ilesa. Pero sin ayuda de la tripulación y algunos pasajeros esto quizá no hubiera sido posible.

El desalojo del Boeing 777 empezó mal. Aún antes de que el jet averiado empezara a llenarse de humo, dos toboganes inflables de evacuación se inflaron dentro de la cabina, en vez de fuera, aplastando a dos azafatas contra el piso, de acuerdo a The Associated Press.

La directora de cabina Lee Yoon-hye, al parecer la última azafata que salió del avión en llamas, dijo que los miembros de la tripulación tajearon los toboganes con hachas para rescatar a sus colegas, una de las cuales parecía estar ahogándose debajo del peso de uno de los toboganes.

“Justo antes de tocar tierra sentí que el avión trataba de despegar de nuevo. Me dije ‘¿qué está pasando?’ y enseguida oí un golpe”, recordó Lee.

Entre los momentos dramáticos que Lee describió fue el de una azafata que se colocó en la espalda a un niñito asustado y se deslizó por un tobogán. Otra anécdota cuenta que uno de los pilotos ayudó a una azafata herida a salir del avión después que salieron los pasajeros.

Eugene Anthony Rah, uno de los pasajeros que estaba en la clase ejecutiva describió a The Wall Street Journal que vio a Lee corriendo por todos lados, con lágrimas en su rostro, tranquila, ayudando a la gente.

El pasajero sentado en el 30K, Benjamin Levy, dijo al New York Times que ayudó a abrir una de las salidas de emergencia.

“Tuvimos que ayudarnos unos a otros”, dijo Levi. “Estabamos por nuestra cuenta, no hubo mensajes del piloto, ni de la tripulación”, describió.

Lee relató que cuando el capitán ordenó una evacuación supo qué hacer. “Realmente no estaba pensando, pero mi cuerpo empezó a tomar las medidas necesarias para una evacuación”, prosiguió.

Pese a que Lee tenía fracturado el coxis, la azafata de 40 años, logró apagar llamas y ayudar a los últimos pasajeros a escapar del avión. Ella no supo la magnitud de su lesión hasta que fue tratada en un hospital de San Francisco.

Fuente: Univisión