Era un secreto a voces: siempre se ha dicho que los hombres se enamoran por los ojos. Y no solo parece ser cierto, sino que incluso los científicos acaban de medir cuánto tarda el corazón masculino en caer cautivo ante los encantos de una fémina tras el primer contacto visual:exactamente 8,2 segundos.
Así lo demuestran los resultados de un estudio realizado en la International Academy of Sex Research. Los investigadores estudiaron cómo 115 voluntarios masculinos interactuaban con diversas compañeras femeninas y observaron que si el tiempo que dedicaban a examinarlas con la miraba era de solo cuatro segundos (o escasamente superior), significaba que no estaban interesados en ella, o al menos, que no habían quedado muy impresionados. Pero si superaban la barrera de los 8,2 segundos, indicaba que habían caído víctimas del enamoramiento.
“Si eso no es amor a primera vista, desde luego se parece mucho”, afirma K. J. Zucker, director del estudio. Curiosamente, cuando repitieron el experimento con voluntarias femeninas, vieron que a ellas no les ocurría lo mismo. Dedicaban el mismo tiempo a examinar a los hombres, estuvieran o no interesadas en ellos.
Los investigadores llevan desde 2010 estudiando las conductas relacionadas con los ritos del cortejo y, tal y como afirma el profesor Galperin: “La cifra de hombres que reconoce haberse enamorado al primer vistazo superó a la de las mujeres en casi un 40%”. Esto se debe a que: “El enamoramiento funciona para el hombre como un dispositivo de compromiso, como una señal que envía a la mujer de que su interés es sincero”.
Helen Fisher lleva años midiendo la actividad cerebral de las personas enamoradas mediante técnicas de neuroimagen (tomografías y resonancias magnéticas funcionales), y ha llegado a la conclusión de que: “A las mujeres y los hombres no les gusta lo mismo, ni actúan igual; aunque cuando se enamoran, el mecanismo cerebral funciona del mismo modo. No obstante, existe una única, pero esencial, diferencia”.
Y esa diferencia sustancial es que en el cerebro de los varones se detecta una mayor actividad en las zonas relacionadas con los estímulos visuales, mientras que en el de las mujeres sucede lo mismo pero en la vinculada con los recuerdos. Para Helen Fisher, esta diferencia se debe a que: “Durante millones de años, el hombre ha tenido que mirar bien a la mujer y tomarle la medida para ver si ella le daría un niño saludable. Pero, por el contrario, a las mujeres no nos basta con un simple vistazo para saber si un hombre va a ser un buen padre o esposo.
Para llegar a esa conclusión tiene que recordar, y comparar forzosamente al sujeto de su interés con otros modelos masculinos que tiene almacenados en la memoria. Por eso, generalmente ellas necesitan más tiempo que ellos para sentir los efectos del enamoramiento.” Siguiendo con el tópico, siempre se ha tendido a creer que las mujeres son las primeras en declarar su amor, y que esa precipitación asusta a los hombres.
Pero la realidad parece completamente opuesta a dicha creencia. Según se deduce de una investigación realizada por Josh Ackerman, psicólogo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y cuyos resultados se publicaron en The Journal of Personality and Social Psychology, ellos son los primeros en pronunciar el célebre “te quiero”.
Según los datos del estudio, en el 70% de las parejas que tomaron parte había sido el varón el primero en declarar sus sentimientos. A partir de esta conclusión inicial, los investigadores realizaron otras no menos curiosas. “Si la pareja aún no había tenido relaciones sexuales, el 80% de las mujeres pensaba que ese ‘te quiero’ era una estratagema masculina para llevarlas a la cama”, explica el director del estudio.
“Pero incluso entre aquellas que ya habían tenido sexo”, prosigue el experto, “ellos se declaraban en un plazo inferior a un mes, mientras que ellas tardaban de media entre dos y tres antes de confesar sus sentimientos”.
Fuente: Quo