Los momentos vergonzosos de la boda real en Mónaco

¿Quién no se ha caído en una boda o, por los efectos del alcohol, ha dicho algo que definitivamente no debía decir? Estas ceremonias se recuerdan, casi siempre, no tanto por la felicidad de la pareja, sino por todas las situaciones chistosas y desafortunadas que desatan los invitados. La boda real que acaba de celebrarse en Mónaco también será recordada por algunos de estos eventos.

La boda real fue entre Alberto II y Charlene Wittstock.

Algunos de los eventos más extraños y divertidos fueron los excesivos costos de algunas cosas, caídas, gestos raros sin significado determinado y algunas ausencias notables. ‘Diario femenino’ hizo un recuento de los daños. Ahora, en La Primera Plana te los presentamos para que te diviertas y te rías de la realeza, como mucha gente debería hacer.

El primer evento desafortunado fue la caída del polémico príncipe Laurent de Bélgica, quien, después de bajar de su automóvil, cayó al suelo en la alfombra roja.

Otro ciertamente notable: la Familia Real Española no estuvo presente. Ni siquiera se tomaron la molestia de enviar representación nacional, por lo que la prensa inmediatamente se dio cuenta de que fue la única casa real que no se apareció. Expertos dicen que el hecho de que los españoles no hayan asistido es un error diplomático. Otro detalle chistosón fue el hecho de que Alberto de Mónaco se equivocara de mano a la hora de poner el anillo a su esposa. Primero lo puso en la derecha, después rectificó y lo puso en la izquierda.

Algo que no es precisamente un ridículo, pero sí algo para recordarse, es el atuendo de Charlene Wittstock: llevó puesta una tiara floral, pero al revés, para hacer notar su peinado. Ésta fue la única joya de su vestuario de novia. Con ello, definitivamente, rompió el estilo de Grace Kelly. Naomi Campbell e Inés de la Fressange cometieron errores protocolarios. Sin embargo, ambas llevaron atuendos elegantes y de buen gusto.

Así que ya lo saben. Si por alguna razón llegan a ser invitados a una boda real, no duden en vestirse lo mejor que puedan. Así, cualquier ridículo o imprudencia pasarán inadvertidos. Así funciona, para bien o para mal, el mundo de hoy.

Fuente: Excelsior

Foto: Coronasreales