El ‘sexting’, al que recurren una alarmante cantidad de jóvenes, sobre todo adolescentes ha ido en aumento. El uso de imágenes y textos de índole sexual, es cada vez más recurrente entre ellos.
Un estudio reciente ha establecido una relación entre esta práctica y la vida sexual real, dicho estudio concluye que los jóvenes que practican ‘sexting’ tienen siete veces más probabilidades de ser sexualmente activos y significativamente más propensos a tener sexo sin protección.
Se analizaron el comportamiento de más de 1,800 estudiantes entre doce y 18 años de edad, el 15% de los que tenían teléfonos móviles reconoció enviar y recibir mensajes sexuales, y un 54% conocía a alguien que había enviado un mensaje de esta índole.
Sin seguridad
Con el “sexting” no hay posibilidades de embarazo, ni de enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, los técnicos en informática, aseguran que la práctica puede ser inocua en materia sexual, pero no lo es en materia de control de envíos: una vez que las fotos son enviadas, cualquier cosa puede ocurrir con ellas, dada la escasa seguridad que ofrece buena parte de la red de redes.
La seguridad de que las fotos quedarán en la esfera íntima es casi imposible de garantizar, dada la imposibilidad de borrar una foto enviada, y el destino que las mismas puedan tener ya que pueden acabar en el servidor de cualquier país.
Incluso el hecho que las copias pueden permanecer en millones de usuarios aún cuando se haya retirado la información inicial, hace advertir sobre la potencialidad de resultados “devastadores”, afirman los especialistas.
