Esta columna también podría llamarse “Diario de un #foreveralone“.
Aunque ser libre sea una bendición, que permite cuidar tu cuerpo y fiestear como los grandes; hay ocasiones donde duele no tener alguien incondicional a tu lado.
La peor de todas debe ser Navidad, y más cuando estás lejos de tu familia. Porque todos tus amigos tienen cena en sus casas y la ciudad está muerta. La mejor opción es huir de vacaciones, y si no se puede, acudir a los amigos para que te adopten esa nochebuena.
La lluvia o el frío (aunque suene emo, aparecieron muy arriba en la encuesta)
Te hacen añorar el calor humano; a nadie le gusta meterse a una cama fría por la noche y no recuperar el calor tan fácil como cuando estás acompañado. Un remedio para esto son los calefactores que, si bien dañan el ambiente, son los mejores amigos de una soltera friolenta empedernida.
Una buena noticia
No porque no se pueda compartir con alguien más, sino porque debes dar explicaciones, o poner contexto al interlocutor para que entienda cuánto significa esa noticia para ti. El entendimiento profundo e intuitivo es algo que se construye con el tiempo y las experiencias compartidas. Y para eso no hay remedio.
Cocinando
Comer solo es divertido, pero preparar comida para una persona y sentarse a la mesa viendo la pared, no tanto. En esos casos el cereal y la TV son los mejores aliados.
Cuando no tienes a quién llevar a una boda
Pero que eso no te desanime, ya que dicen que son los mejores lugares para ligar. Sólo asegúrate de ir bien guapo/a.
Por último y el más común: Para ir al cine
A muy poca gente le gusta ir al cine sola. La experiencia es totalmente distinta cuando vas en una cita o con amigos. Desde la elección de película, hasta los comentarios durante los créditos, pueden hacer que extrañes la comodidad de una relación. Por eso hay que cultivar amistades con las que compartas gustos cinematográficos.
Que entre tus mejores amigos haya alguien del sexo opuesto es una bendición, pero es difícil que no tenga pareja al mismo tiempo que tú, y ni siquiera aplica en todos los casos. Pero, la verdad, al encontrarle gusto a la soltería se convierte en adictiva.
