Josefina Vázquez Mota arribó a la Secretaría de Educación Pública muy a su pesar, porque cuando ella se incorporó en 2006 al equipo de Calderón en realidad estaba pensando en la Secretaría de Gobernación. Los sombríos resultados de ocupar una cartera que no era ni de su interés ni de su experiencia, hoy son su legado.
Relegada desde la campaña por el equipo cercano de Felipe Calderón, el primer mandatario decidió colocar a Josefina en Educación como premio de consolación, pues aunque tampoco había dado los resultados esperados como coordinadora de campaña en 2006 ,había un compromiso previo con ella por haber apostado por Calderón aun cuando éste no era el candidato preferido de Vicente Fox.
El 24 de noviembre de 2006, el presidente Felipe Calderón Hinojosa dio a conocer el nombramiento de Josefina Vázquez Mota como Secretaria de Educación Pública, cargo que ocupó a partir del 1 de diciembre de 2006. Permaneció en el puesto hasta el 4 de abril de 2009.
Licenciada en Economía, la política panista no sabía nada de educación. Así lo señalaron varias voces, entre ellas la poderosa líder del sindicato de maestro, Elba Esther Gordillo, quien pidió insistentemente su renuncia hasta que consiguió la salida de Vázquez Mota a poco más de dos años del inicio de su gestión.
Y es que el perfil de Josefina como secretaria de Educación no se puede comparar en lo más mínimo con el del primer titular de la dependencia creada el 3 de octubre de 1921: el ilustre José Vasconcelos, quien figuró como rector de la Universidad Nacional, abogado, político, escritor, educador, funcionario público y filósofo mexicano y a quien se le conoció como el apóstol de la educación.
Ella, en cambio, escritora de un libro de superación personal de altas ventas, sombría secretaria de Desarrollo Social en el sexenio de Fox y de una candidez que desde siempre ha generado sospechas sobre su capacidad, fácilmente deslució a la sombra de otros secretarios de Educación: Narciso Bassols, Jaime Torres Bodet, Jesús Reyes Heroles, Miguel Limón Rojas e incluso Alonso Lujambio.
Los resultados están a la vista: un año después de que Vázquez Mota asumiera el cargo, en diciembre de 2007, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) señaló que en México, el 50 por ciento de los jóvenes de 15 años se ubicó en los niveles cero y uno, los más bajos del rendimiento escolar en las habilidades científicas, matemáticas y de lectura, lo que significa baja calificados para pasar a los estudios superiores y resolver problemas elementales.
Además, el país había caído 12 puntos en lectura y ciencias. Así, México se distinguía una vez más por ocupar el último lugar no sólo en ciencias, sino también en las competencias lectoras y de matemáticas de las 30 naciones integrantes de la OCDE. El organismo internacional señaló que el hecho de que uno de cada dos estudiantes se encuentre en los niveles cero y uno es uno de los grandes desafíos para la nación, el cual sólo se compara con el que enfrenta Turquía.
El drama de la educación en México continuó: La misma OCDE dio a conocer en 2010 que México ocupaba el último lugar de desempeño entre los países que integran. Al dar a conocer los primeros resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2009, México ocupó el lugar 48 (420 puntos en promedio) de entre 65 naciones, 33 de la OCDE, en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias, con una escala que va de los 262 a los 698 puntos.
En comparación con los resultados que se obtuvo en el 2000, ese reporte presentaba una caída de 6 puntos en ciencias. Asimismo, se advertía que 46% de los jóvenes tienen resultados insuficientes de aprendizaje al llegar a los 15 años, puesto que se ubican en los tres niveles más bajos.
La prensa dio fe de esta realidad. Algunos encabezados en los diarios con los que Vázquez Mota tuvo que lidiar fueron: “México, último lugar en educación: OCDE“, “Reprueba México en rendimiento escolar”, “México el que más gasta en educación pero sin resultados”, “Vergonzoso nivel educativo de México”, “La educación en México, zona de desastre“, entre otros.
Hoy, con estos sombríos resultados a su paso por la Secretaría de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota quiere ser presidenta de México. La pregunta es ¿cómo podrá justificar este pobre desempeño? Quizá su respuesta será que nunca fue la favorita de su profesor.
http://youtu.be/1bGTbsVkWJU