En la familia del dictador libio, al parecer, corren gustos muy sofisticados. Nuevos datos del New York Times informan que el hijo de Muamar el Gadafi pagó un millón de dólares para que Mariah Carey cantara en su fiesta de año nuevo 2009 en Saint Barts.
Muamar negó estas acusaciones, y rápidamente dijo que quien lo había hecho era su hermano Muatassim, asesor del servicio de seguridad nacional. A la fiesta también acudieron Beyonce y Usher.
Muamar al Gadafi aparece en los cables de Wikileaks, en los que se le describe como un hombre hipocondríaco, amante de las carreras de caballos y del flamenco. Además, está siempre acompañado por una enfermera ucraniana “voluptuosa y rubia”.
Fuente: El Heraldo
