Horas después de que Jared Lee Loughner disparara contra la congresista por el estado de Arizona, Gabrielle Giffords, autoridades y medios de comunicación estaban ya hablando sobre los supuestos “problemas mentales” del joven de 22 años. Los videos que él mismo había creado y subido a Youtube sirvieron como evidencia.
Seena Fazel, psiquiatra de la Universidad de Oxford, ha estudiado extensamente el vínculo entre la violencia y las enfermedades mentales más extremas, ha concluido en sus investigaciones que los trastornos de la mente poco nos pueden decir qué tan propenso es alguien a la violencia. “El alcohol y las drogas incentivan más a la violencia que las enfermedades mentales”, dice Fazel.
En entrevista con el New York Times, compañeros y profesores de la universidad de Loughnere, dijeron que siempre fue “raro”, que interrumpía con comentarios fuera de lugar y con una risa estruendosa. Todos coinciden en que estaban asustados de que cualquier día sacara un arma, y de hecho fue suspendido; se le permitiría regresar con la condición que que se hiciera una evaluación mental.
¿Todo esto quiere decir que Jared Lee Loughner tiene problemas mentales? Seguramente es lo que dirá su abogado, pero es mucho más complicado de lo que parece. No vemos a los extremistas religiosos usar ese argumento como defensa, y probablemente ellos asemejen más a este caso que un esquizofrénico paranoide.