Los próximos trimestres serán un reto para América Latina, dice Anders Borg, Presidente de la Iniciativa del Sistema Financiero Global del Foro Económico Mundial.
“En la reunión del Foro Económico Mundial en México se ha centrado el interés de la comunidad global de negocios en América Latina. Como siempre, la reunión ha traído nuevas ideas. Está claro que las oportunidades a largo plazo están ahí, Latinoamérica tiene un enorme potencial“, explica Borg.
Y recuerda que entre los ministros de Finanzas del norte de Europa, usan un dicho, acuñado cuando Islandia, Letonia e Irlanda se vieron afectadas por la caída de Lehman en 2008: “No se pierde en una buena crisis”.
Este es el mensaje que Suecia, Finlandia y Dinamarca aprendieron una década antes.
Y agrega que todos los países se ponen a prueba alguna vez en un tiempo, “eso es lo que separa el trigo de la paja”.
Enfatizo que América Latina “ha sido prudente ante la crisis y están dispuestos a concentrarse en las reformas estructurales por lo que podrán salir reforzados”.
Burg explica que si los países de América Latina se adhieren a las políticas macroeconómicas sólidas que han mostrado los últimos años y usan la crisis para sacar adelante las reformas políticas, podrán mejorar su perspectiva a largo plazo.
Factores de crisis
En el 2014 el crecimiento fue menor de lo esperado en América Latina, de 1.4% año, la mitad de la previsión del FMI en abril de 2014.
Para el 2015 el FMI espera que el crecimiento del PIB sea menos del 1%. Tras una década de crecimiento promedio casi el 5% se trata de un cambio climático.
“Estimaciones de modelos, presentados en el informe regional del FMI para América Latina, sugieren que una mayor apreciación del dólar del 10% podría reducir el crecimiento de 0,5-1%”, dice Borg.
Y hay muchas razones para un crecimiento más lento: los precios de los productos básicos habían bajado, incluso antes de los precios del petróleo comenzaron a declinar. Después de casi cuatro años alrededor de 100 dólares por barril, el petróleo rebotó hasta 50 dólares.
La soja (51% de las exportaciones de productos básicos de la Argentina), el cobre (94% de Chile de, 51.6% de Perú) y el mineral de hierro (30.4% de Brasil), han caído entre 2oo y 50%.
“Está claro que muchas cosas han cambiado de forma positiva en América Latina durante las últimas décadas. La democratización ha traído gobernanza más fuerte y una mayor estabilidad política. La democracia en América Latina es, como en otros lugares, lejos de ser perfecto, pero las elecciones son ahora la forma normal de producir un cambio en el gobierno”, asegura Borg.
Otro factor implicado es la seguridad, “el número de víctimas de los conflictos armados se ha reducido drásticamente. En Colombia, atormentado por la violencia durante décadas, el número de personas afectadas por el conflicto armado fue 75 por ciento menor en 2014 que su promedio desde el periodo 2000-2005″.
Factores macro
La estabilidad macroeconómica ha mejorado dramáticamente en América Latina, la inflación promedio ha sido de un solo dígito en la última década y el déficit en cuenta corriente han sido manejable.
“También ha habido una fuerte mejora en las instituciones de política económica. Los principales bancos centrales están actuando con mayor independencia y la implementación de un régimen de inflación flexible, con tipos de cambio flotantes que funcionan como un amortiguador”.
Borg explica que la política fiscal se ha anclado hacia unas finanzas públicas sostenibles a largo plazo. “Las reglas fiscales y procesos presupuestarios se han fortalecido en muchos países. La deuda bruta del sector público ya está por debajo del 50% del PIB en promedio en América Latina, casi la mitad del nivel de la media de la OCDE”.
Tres pilares para el mal tiempo
“En esencia, este no es el momento para la complacencia en América Latina. Los días soleados se han ido, la temporada de ajuste ha comenzado y ahora es el momento de prepararse para el mal tiempo”, dice Borg.
Los formuladores de políticas en la reunión del Foro Económico Mundial en México fueron muy claro en este punto. Luis Videgaray Caso, Ministro de Hacienda de México, expresó una clara estrategia basada en tres pilares:
1. Este no es el momento de abandonar las reglas fiscales.
2. Los bancos centrales tienen que estar preparados para proporcionar liquidez a los mercados si se observan grandes salidas de capital, dejar que la moneda desempeñar su papel como amortiguador.
3. Las reformas estructurales deben ser reforzadas.
“Esta es exactamente la manera correcta de poner su casa en orden para librar una tormenta”.
Borg agrega que se podría argumentar que países como, Chile, Colombia, Perú y México, tienen el espacio fiscal para implementar medidas contracíclicas.
Caso México
Para finalizar el autor del artículo señala “una lección que aprendí como ministro de Finanzas en el otoño de 2008 (..) La mejor estrategia política, en mi opinión, es tomar la propiedad de la crisis, definiendo claramente el problema y delinear los pasos necesarios para hacer frente a ella”.
Por eso, “si el ministro de Hacienda de México está convencido de que las reformas estructurales de los mercados de productos son necesarias, entonces es mejor para responder a las crisis directamente con las medidas de política en lugar de quedarse relegados por el debate público, hacia estímulo de la demanda a corto plazo y medidas de carácter temporal”.
Una crisis aumenta la demanda de soluciones de política económica. Un Ministro de Hacienda debe estar dispuesto a aumentar la oferta de soluciones, concluye.
“México ha recibido elogios merecidos por sus reformas del sector energético. Ahora es el momento adecuado para reforzar e intensificar esas ambiciones.
Y con esas condiciones transitar a través del período de incertidumbre para tomar la delantera entre las economías emergentes. No se pierde en una buena crisis, y América Latina lo puede aprovechar para poner los pilares de un futuro más sólido para la región”.
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Anders Borg es economista y político. Fue Ministro de Hacienda en el Gobierno de Suecia de 2006 a 2014. Actualmente es el Presidente de la Iniciativa del Sistema Financiero Global del Foro Económico Mundial.