Piezas de arte, de gran valor, de una antigüedad excepcional, pudieron perderse en el incendio de la Catedral más emblemática de Europa. Entre ellos, la escultura llamada “Piedad“, realizada en el siglo XVIII por Nicolas Coustou.
Sin embargo, para la Iglesia Católica tres de sus tesoros estuvieron en riesgo durante el incendio de la Catedral de Notre Dame.
Uno de ellos la corona de espinas que presuntamente los judíos colocaron sobre la cabeza de Cristo antes de ser crucificado.
Consiste en un anillo de juncos unidos por hilos de oro, con un diámetro de 21 centímetros. Desde 1896 la corona se conserva en un tubo de cristal y oro, cubierto con un marco perforado que representa una rama de un árbol.
Los otros dos: uno de los clavos utilizados durante la crucifixión y un pedazo de madera que perteneció a la cruz de Jesucristo.
También fue rescatada la “Túnica de San Luis”, rey de Francia.
Más tesoros…
También fue rescatada “La Virgen de París“, una obrade dos metros de largo que representa a la Virgen María cargando al Niño Jesús. Se cree que fue esculpida a mediados del siglo XIV.
Así como la pintura de “Santo Tomás de Aquino” realizada por Antoine Nicolas y “Les Grand Mays” obra que es parte de una serie de 66 cuadros, no obstante, actualmente solo trece de ellas se encuentran en exhibición.
Destacan también tres órganos; el gran órgano, el órgano del coro y un órgano positivo.