Este es el Mes de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, que año con año se celebrará en abril en México, y contempla múltiples actividades que involucran a la sociedad en la superación de la pobreza extrema y la carencia alimentaria en el país.
Como parte del programa de actividades de la Cruzada, México recibió la visita del el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva quien, enérgico a más no poder, sentenció en Zinacatlán, Chiapas, que el hambre existe por la falta de vergüenza de los gobernantes y no por falta de dinero, producción agrícola o de tecnología.
El ex presidente Lula se asombró de la dieta del pueblo chiapaneco: Arroz, frijol, verduras, maíz, y advirtió: no se puede esperar a que la economía crezca para mejorar la condición de los pobres. Tiene toda la razón Lula.
Empero ese es precisamente el espíritu con el que el Gobierno de la República impulsa la Cruzada Nacional contra el Hambre.
El Gobierno Federal de México no esperó a que la economía creciera, ni tampoco esperó a tener un presupuesto dedicado sino más bien diseño la estrategia Cruzada Nacional Contra el Hambre, que aglutinó presupuestos de distintos programas de distintas y diferentes dependencias, para que de inmediato se hicieran los trabajos en todo el país, en una operación inmediata, con una visión integral y compartida con toda la sociedad.
En esta métrica, por una parte corren las reformas estructurales que redituarán un crecimiento importante en la economía y generarán fuentes de empleo y mejores ingresos en las familias mexicanas, y en paralelo, en tanto trabajan los legisladores en el diseño y aprobación de las reformas, se puso en marcha el programa más importante de la presente administración para abatir el hambre.
Después de un recorrido por la comunidad donde se presentaron proyectos productivos, de apoyo de vivienda y de producción de artesanía, el ex mandatario aseguró en que habrá logros específicos que cambiarán el rostro de la comunidad y el entorno: así lo hice en Brasil como presidente y así sucederá en México, enfatizó Lula, que sobra decir, sabe de qué habla.
Como es sabido Lula fue presidente de Brasil de enero de 2003 a diciembre de 2010, cuando Brasil se convirtió en la octava economía mundial, y más de 20 millones de personas salieron de la línea de pobreza extrema.
Durante sus ocho años como Jefe de Estado de Brasil, Lula hizo reformas y radicales cambios que produjeron la transformación social y económica de Brasil, al punto de desarrollar a la República hacia una potencia mundial.
Lula fue elegido por la revista Time como el líder más influyente del mundo en 2010. En 2008, la revista estadounidense Newsweek, consideró al presidente de Brasil una de las personas más influyentes en el escenario mundial y de igual manera, el diario francés Le Monde, así como el medio español El País, le distinguieron como la personalidad del año 2009 y fue también protagonista de la década por el diario británico Financial Times. Río de Janeiro será sede para los Juegos Olímpicos de 2016, siendo la primera vez que los Juegos se celebrarán en América del Sur.
Autor: Julio Hernán Pastor
Corresponsal prensa colombiana.
juliohernanpastor@gmail.com
