En Corea del Sur comer carne de perro es una práctica muy común, pero esto es rechazado por las nuevas generaciones, lo que llevó a que el gobierno condene esta práctica y el maltrato animal.
A pesar de ello, existen muchas personas que siguen matando a estos animales domésticos para cocinarlos, y para ello, llegan incluso a robarlos, tal y como lo hizo un granjero de 62 años, que que mató al corgi de su vecino.
De acuerdo con los dueños del can, cuando lo extraviaron comenzaron a repartir volantes con su fotografía ofreciendo una recompensa de un millón de wones, y cuando llegaron a la casa de su vecino, este mostró empatía y acordó en decirles si lo veía.
Poco después, este mismo hombre invitó a varios vecinos a comer carne de perro, y fue uno de ellos quien relacionó los hechos y obligó al granjero a confesarlo: él había robado y cocinado al corgi.
Tras descubrirse la verdad, los dueños del perro comenzaron a reunir firmas y exigir un severo castigo para el asesino de su mascota.