El ex Beatle Paul McCartney y la heredera estadounidense Nancy Shevell se casaron ayer en una alcaldía del centro de Londres y salieron llenos de alegría de la boda civil, que duró 45 minutos, entre una lluvia de confeti que les lanzaron los admiradores.
La leyenda musical levantó el brazo de su nueva esposa en señal de triunfo mientras ambos gesticulaban para lanzar besos a los centenares de personas y paparazzi que los esperaban fuera del ayuntamiento de Old Marylebone.
Shevell, quien llevaba una flor blanca en su cabello negro y largo, lució un vestido elegante arriba de las rodillas diseñado por la hija de McCartney, Stella, quien es diseñadora de alta costura. El ex Beatle llevaba traje azul, una corbata azul claro y una enorme sonrisa.
La pareja partió a la cercana casa de McCartney, en el elegante vecindario de St. John’s Wood, para celebrar con amigos y familiares. Aunque no se hizo público anuncio alguno sobre el acontecimiento, se constató que había una carpa instalada en la casa, donde se entregaron decoraciones para fiesta y champaña.
Ellos habían anunciado su compromiso a principios de año. Shevell, de 51 años, es la tercera esposa de McCartney y para ella, él su segundo matrimonio.
Decenas de paparazzi atestaron ambos sitios el domingo en medio de versiones del casamiento inminente. McCartney, de 69 años, se casó con su primera esposa, Linda, en el mismo lugar en 1969. Linda falleció de cáncer en 1998.
Shevell estuvo casada durante más de 20 años con el abogado Bruce Blakeman y trabaja en la comisión de la Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York. También es vicepresidenta de una empresa transportista de carga con oficinas centrales en Nueva Jersey, propiedad de su padre.
McCartney se casó con Linda Eastman, una fotógrafa talentosa, cuando el movimiento hippie se encontraba en su pináculo y los Beatles en la cúspide de su fama mundial.
El matrimonio de McCartney, al que se conocía como el guapo, causó las lágrimas de numerosas mujeres y chicas afuera del registro civil y rompió los corazones de incontables admiradoras en todo el mundo.
A pesar de la disolución de muchos matrimonios de la era del rock and roll, los McCartney disfrutaron uno feliz que duró muchos años.
La pareja tuvo cuatro hijos y pasaba prácticamente todas las noches junta, salvo cuando McCartney fue arrestado brevemente en Japón acusado de posesión de mariguana.
Linda tocó y cantó en la banda Wings, que McCartney formó después de la desaparición de los Beatles y que tuvo gran éxito.
La fallecida, a decir de los críticos, aportaba muy poco a la agrupación y aprovechó su matrimonio con McCartney para impulsar campañas a favor del vegetarianismo y otras causas con apoyo del ex Beatle.
Tras el deceso de Linda, la modelo Heather Mills entró en escena. Se casaron en 2002 en un castillo irlandés y poco después tuvieron una hija, pero el matrimonio se derrumbó rápidamente y terminó con un amargo divorcio en 2008.
Tras la boda
• Según los reportes, Paul McCartney compuso una canción para Shevell en el gran día y ofreció una recepción en el jardín de su casa en la zona elevada de Londres, en la zona de St. John’s Wood.
También interpretó Let It Be, que ya cantó a Shevell en una de sus primeras vacaciones juntos hace tres años, y después repasó su tema favorito: Let Me Roll It, reportó el Sunday Mirror.
La esposa
• Originaria de Nueva Jersey, Nancy Shevell es la hija del jefe de una empresa de transporte por carretera, de la que es vicepresidenta.
• Discreta, afirmó en una entrevista al semanal New York Observer, que no había “gran cosa que decir” sobre su relación con McCartney. “No es muy interesante. No como mi último matrimonio, que fue realmente muy interesante”, dijo.
• “Tengo más de 50 años. Trabajo. Ya está. No soy mundana y tengo un pequeño grupo de amigas”, dijo.
Sus hijos
• McCartney, nombrado Sir por la reina en 1997, tiene cinco hijos: cuatro de su matrimonio con Linda y una hija nacida de su unión con Heather Mills. Nancy Shevell, por su parte, tiene un hijo de 19 años, fruto de su matrimonio anterior con un abogado estadunidense.
Fuente: Milenio
Foto: EFE
