La historia de Ana Carolina, su novio José Alberto y su amigo Mauro Alexis esta conmocionando a Chihuahua y al mundo entero.
La adolescente de 17 años, con la ayuda de su novio y un amigo, estrangularon a sus padres, les inyectaron en la yugular cloro con insecticida, cenaron Hot dogs y bebieron cervezas. Esperaron la mañana siguiente y acudieron a un lote baldío, donde rociaron gasolina a los cuerpos y les prendieron fuego.
La historia no acabó ahí, salieron tranquilamente de compras y por la noche fueron a una fiesta. Al día siguiente, Ana decidió reportar con su tía y después a las autoridades que sus padres se encontraban desaparecidos.
Las autoridades al hacer las indagatorias se encontraron con los testimonios de los tres y les sorprendió la frialdad con la que contaban las cosas, Mauro Alexis, autor intelectual del crimen, admitió que siempre tuvo la inquietud de cercenarle un seno a su madre, cocinarlo y comérselo pero que nunca lo hizo porque derramaría mucha sangre. Además de que Alberto aseguró que tras asesinar a los padres de Ana, Mauro quería seguir matando.
La Fiscalía de Chihuahua, busca acreditar el crimen de homicidio con todas las agravantes de ley, “predeterminación, alevosía, ventaja y traición”; dicho delito según el código penal puede castigarse hasta con la prisión vitalicia.
Ana, por ser aún menor de edad, la protege la Ley Especial de Justicia para Adolescentes infractores de Chihuahua, la cual, estimula que la pena máxima que podrán imponerle a un menor es de 15 años de prisión. Por lo que de acreditarse el homicidio con todas las agravantes Ana pasaría como máximo 15 años de prisión y sus presuntos cómplices podrían pasar toda su vida en la cárcel.
