En Estados Unidos, un hombre llamado Mario Ambrose Antoine fue detenido y sentenciado a pasar 10 años en la cárcel luego de obligar a varias mujeres a tener sexo con él. Las engañaba diciendo que era un productor porno y que las recomendaría a grandes compañías como Playboy, donde según él, tenía contactos y convenios.
Ambrose citaba a las mujeres en su casa, y después de ser obligas a tener relaciones sexuales frente a una cámara, al final las chantajeaba diciéndoles que si no le daban 9 mil dólares, él distribuiría el video.
Además, se supo que Antoine era dueño de una compañía de fotografías de boda, con la que también engañó a decenas clientes a los que les vendía paquetes, les cobraba, pero no hacía nada.