Después de 50 años de ser una de las economías de menor crecimiento en América Latina, México entrará a una nueva tendencia con tasas más altas y sostenidas en el futuro, aseguró el Banco Mundial.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el economista en jefe para América Latina y el Caribe del organismo internacional, Augusto de la Torre, afirmó que este optimismo que hay por el país es más sólido que el que registró Brasil años atrás.
La clave de esta mejor perspectiva es la ambiciosa agenda de reformas estructurales que logró el gobierno federal el año pasado, y que ahora el desafío es la implementación de las mismas.
“El optimismo sobre México está asociado a este paquete de cambios estructurales de fondo y que han hecho que los inversionistas reconozcan que es un país cuya macroeconomía está bien manejada y con mucha absorción de choques. México tiene un ministerio de finanzas y un banco central de primer orden”.
¿Serán estas las reformas que destrabarán el gran pendiente que tiene el país, que es el crecimiento económico?
Por mucho tiempo la preocupación en México fue el bajo crecimiento económico. Cuando uno ve la evolución de los últimos 50 años en este país aparece como uno de los de menor crecimiento en la actividad y productividad, incluso de los más bajos de la región; entonces, era una agenda pendiente para una nación de ese tamaño. Era importante cambiar esto, porque México ya había arreglado su macroeconomía, pero no su capacidad de crecer.
¿Pero será un crecimiento que responderá a ciclos económicos o se convertirá en una tendencia hacia adelante?
Lo que creo que va pasar con México es que va encontrar una tendencia más alta de crecimiento, que se va materializar y cristalizar en los años siguientes. En la medida en que las reformas avancen esto se convertirá en una tendencia y no en un ciclo. Para la región de América Latina este será un desafío, mejorar su tendencia. México ya empezó.
México es una economía de gran importancia para la región. Pero también es un país con un peso y liderazgo, de cultura, de artes, de gran tamaño en la geopolítica de la región. Esta zona se beneficia de un México fuerte, porque en cierto sentido es un hermano mayor en la región y es un país con un diálogo cercano con el gigante de Norteamérica, lo que lo convierte de algún modo en un interlocutor latino. Así que vemos con buenos ojos este fortalecimiento, porque si a México le va bien, a América Latina también.
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