Dicen los expertos que el trabajo es vida y que el trabajo productivo significa vida próspera. En esta vena, para lograr la transformación de México, hay que impulsar la productividad.
Si la población logra mejorar sus niveles de productividad, el incremento se traducirá en mejores salarios para los trabajadores, porque trabajen mejor. Un trabajador más productivo no es el que trabaja más horas, sino el que logra mejores resultados. La recompensa del trabajo bien hecho, es prosperidad y bienestar para los trabajadores y sus familias.
Para tal efecto el Gobierno de la República instaló el Comité Nacional de Productividad, el cual está integrado por representantes de los trabajadores, de los patrones, de la academia y el propio Gobierno Federal.
El Comité tiene como objetivo principal democratizar la productividad. Entre las facultades del Comité están: estudiar mecanismos y nuevas formas de remuneración que vinculen el ingreso de los trabajadores a la productividad; realizar el diagnóstico nacional de los requerimientos necesarios para elevar la productividad y competitividad en cada sector y rama de la producción y, formular recomendaciones de planes y programas de capacitación y adiestramiento.
Las estrategias para aumentar y democratizar la productividad son:
1. Incorporar herramientas que faciliten el trabajo como las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
2. Innovar en la organización de una empresa y en sus procesos productivos.
3. Aumentar el acceso al crédito.
4. Capacitar mejor a los trabajadores.
5. Brindar educación de mayor calidad.
El Gobierno de la República y las principales fuerzas políticas del país han trabajado intensamente en las reformas necesarias para aumentar la productividad. Por ejemplo, la Reforma Educativa tiene como propósito mejorar la calidad de la educación para formar mexicanos más productivos y mejor preparados para competir en un mundo globalizado.
Otros ejemplos: la Reforma Laboral, que facilitará la generación de empleos formales mejor remunerados; la Reforma Financiera, que democratizará el acceso al crédito y la Reforma de telecomunicaciones, que promoverá la oferta de insumos de mejor calidad a precios más bajos.
Dichos cambios acercarán a las empresas mexicanas y a sus trabajadores las herramientas para hacer un mejor uso de los recursos disponibles y ser más productivos; son un importante paso para incrementar la productividad y mejorar la calidad de vida de la población.
México se encuentra inmerso en un proceso de transformación y para ello cuenta con empresas punta de lanza de clase mundial, altamente rentables, que generan empleos bien remunerados, que operan en la formalidad, realizan economías de escala, utilizan tecnología de punta, procesos de producción modernos y mano de obra altamente calificada, además de tener acceso a financiamiento a precios bajos.
Alejandro Córdova Gutiérrez/Analista
